Los trabajadores de la ensambladora FCA de Venezuela, antigua Chrysler, respaldaron los preacuerdos alcanzados por representantes sindicales, la empresa y del Ministerio del Trabajo el jueves pasado en Caracas y que les permitirá volver a sus labores por un mes.
En asamblea celebrada el lunes en la tarde, se dio el visto bueno a las condiciones acordadas días atrás y que les permitirá regresar a sus actividades por 30 días.
Henry Ospina, secretario de Reclamos del sindicato, explicó que desde este martes 7 de marzo, la automotriz comenzó a convocar a casi 500 trabajadores para reiniciar las operaciones y ensamblar 110 camionetas Grand Cherokee y unos 25 carros modelo Forza que estaban sin terminar desde el año pasado, en la planta ubicada en la zona Industrial de Valencia. Este lote podría armarse en cuatro semanas, aproximadamente.
Detalló que el acuerdo consiste en un aumento de 85% del salario básico semanal y un bono de 20.000 bolívares también a la semana para los trabajadores amparados en la convención colectiva.
A la reunión en el Ministerio del Trabajo en Caracas, la semana pasada, acudieron el presidente de FCA Venezuela, Wilfredo Trejo; el director de Manufactura, Alfredo Díaz; el gerente de Relaciones Industriales, Omar González; la consultora jurídica, Gisella Bello; además del director Nacional de Asuntos Laborales del ministerio, Alexander Abarca, y la directiva del sindicato de la empresa automotriz.
En agosto se sentarán otra vez a discutir con la empresa sobre el tema salarial. El contrato colectivo establece ajuste por inflación cada seis meses.
“Nuestras acciones de protesta se iniciaron porque la empresa estaba incumpliendo la cláusula de aumento salarial por Índice Nacional de Precios al Consumidor –INPC- que está consagrada en la convención colectiva. Al comienzo hicimos una petición de 500% y dentro de las discusiones, para avanzar y obtener beneficio inmediato para los trabajadores, concertamos el aumento de 85%”.
Durante la protesta de trabajadores que se extendió por más de un mes, la empresa no les canceló los salarios y otros bonos durante cuatro semanas, pero ahora se pondrán al día, destacó el vocero sindical.
“Desde el lunes comenzaron a convocar a los trabajadores para que empiecen a aclimatarse, optimizar las herramientas y así proceder al ensamblaje de estas 110 unidades. Posterior a eso los trabajadores quedaríamos sin actividad alguna hasta el mes de junio, según nos manifestó la representación de la empresa. Esperan que se ensamblen unas 60 unidades por mes, a partir de junio o julio, es decir, sería un aproximado de 600 unidades más para este año”, añadió.
La falta de material de ensamblaje mantiene a la planta paralizada prácticamente, situación que compromete no solo la viabilidad de FCA en Venezuela, sino también de otras firmas que no han podido armar vehículos, en un mercado deprimido por la fuerte caída del poder adquisitivo en medio de precios dolarizados.
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