Espectáculos

El despecho de Florence and The Machine

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Fotografía: AP

Florence & The Machine acaba de lanzar su álbum How Big, How Blue, How Beautiful (2015), un trabajo que exorciza sus demonios amorosos desde el límite de sus momentos sumergida en el alcohol.

“Había estado dando conciertos sin parar desde que tengo 21 años. Cuando me quedé con mis propios medios, me di cuenta que estaba jodiéndolo todo. Entraba y salí de una relación, entraba y salía de tomar demasiado. Era como estar constantemente levantándote y luego dejándote caer, levantándote y cayéndote. Y eso fue bastante cansado”, le dijo Florence a Billboard.

Pasado el guayabo, el sistema compositivo de Florence empieza a funcionar y se alza en un puñado de canciones que fueron plasmadas en esta placa producida en su mayoría por Markus Dravs (Coldplay, Arcade Fire. Bjork). Sobre la orquestación, el dolor, guiños electrónicos y blues, los ingleses construyeron un disco creíble, interesante, entregándose al sonido americano son remordimiento alguno.

“Markus me dijo, ‘no voy a ser tu paño de lágrimas’, así que simplemente nos metimos a trabajar, lo cual me salvó totalmente”, confesaba la cantante.

Florence Welsh se ha alzado como una de las féminas vocalistas con una elegancia, determinación y osadía más destacadas de la industria, sobre todo en el competitivo formato del indie rock. Su aura y voz son capaces de absorber toda la atención del espectador más distraído de la audiencia.

Temas como “What Kind of Man”, “Queen of Peace”, “St. Jude”, “Ship to Wreck” capta el interés primordial del álbum, son las canciones que major definen a How Big, How Blue, How Beautiful, un tercer esfuerzo de la banda que no desencanta a pesar de que al final o si se quiere ver como dos partes del desarrollo, surgen melodías innecesarias y repetidas.

Como una reencarnación de Fleetwood Mac, es inevitable hacer la comparación, esa fuerza lírica y provocativa con la que se expresa Florence, a sabiendas de su interés en evocar las mieles creativas de Bjork.

Es la propia Florence quien explica How Big, How Blue, How Beautiful: “trata sobre cómo aprender a vivir y cómo amar en el mundo más que intentar escapar de él”… precisamente lo que se refleja en los once temas que dan cuenta de una capacidad artística que aprendió a sacarle provecho a su entorno.

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