Jean-Paul Belmondo, otro de los grandes del cine, muere en París a los 88 años
El actor francés Jean-Paul Belmondo, uno de los intérpretes más consagrados del cine francés, murió este lunes 6 de septiembre en su domicilio en París a la edad de 88 años. "Estaba muy cansado desde hacía algún tiempo. Se ha apagado tranquilamente", dijo su abogado, Michel Godest. Apodado en el mundo del cine como "Bébel", Belmondo participó en 92 películas, algunas de ellas inolvidables, como À bout de souffle (Sin aliento, Al filo de la escapada) o L’homme de Rio (El hombre de Rio).
El actor Jean-Paul Belmondo falleció este lunes a los 88 años y, con la muerte de este seductor con rostro de boxeador, Francia pierde a una de las últimas grandes estrellas populares y uno de sus intérpretes más consagrados.
«Estaba muy cansado desde hacía algún tiempo. Se apagó tranquilamente», anunció a la AFP su abogado, Michel Godest. «Bébel» falleció en su domicilio en París, tras más de 90 películas a sus espaldas.
«Tesoro nacional», «un rostro y una insolencia inimitables», «una leyenda francesa»… Las hiperbólicas reacciones se sucedieron para despedir a uno de los últimos referentes, junto a Alain Delon y Brigitte Bardot, de una memorable generación.
«Estoy completamente devastado. Voy a intentar aguantar para no hacer lo mismo en cinco horas… No estaría mal que nos fuéramos los dos juntos. Es una parte de mi vida, empezamos juntos hace 60 años», dijo Delon, de 85 años, en declaraciones a la cadena CNews.
#Cine: Francia ha perdido hoy a uno de sus actores míticos y un gigante del cine, Jean-Paul #Belmondo. Jean-Paul Belmondo adoraba Venezuela donde había rodado une serie en 2001. Había visitado el archipiélago de los Roques y le había fascinado la belleza del caribe venezolano. pic.twitter.com/3jdNJ8eE7E
«Era un tesoro nacional», «un héroe sublime y figura familiar, un temerario incansable y mago de la palabra», tuiteó el presidente francés, Emmanuel Macron, que subrayó su papel en «Le Magnifique» («Cómo destruir al más famoso agente secreto del mundo», 1973).
Su fama llegó, sin embargo, de la mano de Jean-Luc Godard, reputado director de la Nouvelle Vague, a cuyas órdenes daría vida a un cautivador delincuente en la icónica «À bout de souffle» («Sin aliento», «Al filo de la escapada», 1960).
«Venga a mi habitación, haremos una película y le daré 50.000 francos», le dijo entonces Godard a Belmondo, con quien se había cruzado en la calle. El intérprete no tenía aún 30 años.
Después del éxito de la película, los realizadores «venían a mí» relataría Belmondo en 2016 en un libro de recuerdos, «Mille vies valent mieux qu’une» («Mil vidas valen más que una»).
Un actor físico
Belmondo actuó a las órdenes de los más reconocidos directores de la época, como Vittorio de Sica, François Truffaut, Claude Chabrol, Alain Resnais o Claude Lelouch.
Además de ocupar un rol central en la Nouvelle Vague, «Bébel» también dejó la huella de un actor físico, amante de las peleas, cultivando una gran dosis de humor, como hizo en «Le cerveau» («El cerebro», 1969).
Su físico de boxeador le valdría populares éxitos en «L’homme de Rio» («El Hombre de Río», 1964) de Philippe De Broca, «Le Professionnel» («El profesional», 1981) de Georges Lautner o «L’as des as» («As de ases», 1982), de Gérard Oury.
Su carrera estuvo así sembrada de éxitos, a los que se suman «Pierrot le fou» (Pierrot el loco, 1965) de Godard o «Itinéraire d’un enfant gâté (El imperio del león, 1988) de Lelouch, por el que ganó un César al mejor actor.
Sin embargo, un accidente cerebrovascular, en 2001, eclipsó su estrella y lo hizo desaparecer prácticamente de la pantalla. Pero siguió siendo uno de los referentes del séptimo arte, «uno de los últimos héroes del cine francés», para el actor Jean Dujardin.
El Festival de Cannes recompensó el conjunto de su carrera con una Palma de honor en 2011 y la Mostra de Venecia con un León de Oro un lustro más tarde.
Tanto el de Cannes como el festival de Venecia rindieron homenaje el lunes a «Bébel», elogiándolo como hombre y actor «generoso», además de como «icono» del cine.
Por su parte, la actriz italiana Claudia Cardinale, que trabajó con Belmondo en películas como «Cartouche» (1962) o «El clan de los marselleses» (1972), dijo estar «conmocionada» por su muerte y que el actor fue «la imagen misma de la vitalidad».
Franca sonrisa
Nacido el 9 de abril de 1933 en Neuilly-sur-Seine, un suburbio acomodado de París, Belmondo se crio en una familia de artistas. Su padre, de origen italiano, era un reconocido escultor.
La vida amorosa de este seductor eternamente bronceado alimentó la prensa del corazón. Tras el divorcio con su segunda esposa, la vedette Natty, mantuvo una relación con una exmodelo belga, de la que finalmente se separó en 2012.
Belmondo era padre de cuatro hijos: Patricia (fallecida trágicamente), Florence, Paul y Stella, a quien tuvo a los 70 años.
Jean-Paul Belmondo «ha ido a reunirse con sus viejos amigos del Conservatorio», escribió su familia en un un comunicado, sobre la muerte de este «pilar», cuya «franca sonrisa siempre estará ahí».
Gisèle Pelicot, que estuvo casada con Dominique durante 50 años, lo describió como un esposo prácticamente "perfecto". Pero su ahora exmarido confesó una serie de agresiones cometidas durante la última década que pasaron juntos
Gisèle Pelicot decidió desde el primer día no esconderse, rechazando que el juicio contra su marido y violador se celebrara a puerta cerrada. Esta es la historia de su vida
Fue fundador del movimiento Emaús que nació en la precariedad y la pobreza de Francia tras la Segunda Guerra Mundial y se extendió por buena parte del planeta. El abate Pierre era casi intocable en Francia, una especie de santo, hasta que en julio salieron a la luz los primeros señalamientos sobre agresiones sexuales