El material que se repuso representa dos semanas de diálisis para al menos 7.000 pacientes renales. También llegaron insumos como bicarbonato, ácido, que son necesarios para garantizar la hemodiálisis
En un país donde el sistema de salud está en terapia intensiva, los pacientes de diálisis que no pueden costearse su tratamiento viven un calvario para poder tener un cupo y conectarse a una máquina que puede salvarles la vida
La correcta alimentación juega un papel importantísimo en los pacientes renales, se vuelve la medicina de estas personas sobre todo en Venezuela donde hace cuatro años se suspendieron los trasplantes y recibir diálisis adecuada es una odisea y una cuestión de suerte.
Angustia es la palabra que define lo que padecen los pacientes de diálisis. Para ellos, que sobreviven día a día con un tratamiento a medio dar, los apagones que afectan a Venezuela, no son más que otro obstáculo a sortear dentro de una dinámica deplorable
Los más de 180 pacientes que son atendidos con los tratamientos de diálisis en el Centro Jayor denuncian que la falta de médicos, enfermeras, además de las más de 30 máquinas de diálisis dañadas, filtraciones de aguas servidas en las instalaciones del recintos y los costosos insumos para poder continuar con el tratamiento, los coloca en una posición que atenta contra su vida.
Segundos antes de que William López fuera conectado a una máquina de diálisis, el servicio eléctrico volvió a fallar en Maracaibo, la segunda ciudad de Venezuela.
Más de 100 enfermos renales en Táchira se encuentran en peligro de muerte ante los constantes cortes eléctricos y la falta de atención de Corpoelec para facilitar plantas eléctricas con el fin de reactivar las unidades de hemodiálisis que realizan el tratamiento vital para controlar la patología. En el hospital Central de San Cristóbal,solo funcionaban tres máquinas de diálisis hasta este martes.
El estridente sonido de la planta eléctrica pisaba las palabras de las señoras, quienes, como de seguro fueron enseñadas en sus casas, hablaban en un tono moderado. El escándalo es un precio ínfimo –insignificante- a cambio de la vida de sus seres queridos. Gracias a un generador cedido por un particular, la Unidad de Hemodiálisis Riverside, ubicada en Bello Campo, en Caracas, retomó sus actividades el martes 26 de marzo, luego de tres días sin operar por el apagón que afectó, por segunda vez en menos de un mes, a casi toda Venezuela.
El general Carlos Rotondaro, el expresidente del Instituto Venezolano del Seguro Social (IVSS), aseguró en una entrevista a NTN24 que el mandatario Nicolás Maduro y su gabinete eran los responsables de retrasar el procedimiento cuando se pedían recursos para adquirir equipos de diálisis.
En inminente riesgo de muerte se encuentran 400 pacientes renales en el estado Táchira, ante la imposibilidad de someterse al tratamiento de diálisis, debido a los prolongados y constantes cortes de electricidad que desde el pasado jueves 7 marzo se registran en todo el territorio nacional.
Alfredo Quintero sentía la boca reseca y náuseas luego de tres días sin dializarse. Todo quedó a oscuras mientras estaba conectado a la máquina de hemodiálisis que lo mantiene vivo, por el apagón que afecta a Venezuela desde el pasado jueves.
Quince pacientes renales murieron tras la paralización de servicios de diálisis en el marco del masivo apagón que lleva más de 48 horas en Venezuela, denunció la ONG Codevida este sábado, cuando advirtió que corre peligro la vida de al menos 10.200 enfermos por falta de atención. "Entre ayer y hoy nos reportan 15 fallecidos por falta de diálisis. Nueve de las muertes fueron en Zulia, dos en Trujillo y cuatro en el hospital Pérez Carreño de Caracas", dijo a la AFP Francisco Valencia, director de la ONG Coalición de Organizaciones por el Derecho a la salud y la vida (Codevida).
Eliander tiene 9 años y necesita un trasplante de riñón. Su padre, Eli Bandres, lo ha acompañado en este largo calvario que significa hacerse diálisis en el único lugar que atiende a niños en el país, el hospital J.M. de los Ríos, ubicado en Caracas.
El drama de los pacientes renales no para. Este miércoles 23 de mayo, un grupo de personas de la tercera edad protestaron en la sede de la clínica Riverside en Bello Campo, pidiendo justicia para sus vidas, puesto que no se pueden dializar con las constancia que sus cuerpos necesitan, por lo que viven un perenne riesgo.
La manifestación se llevó a cabo en la mañana de este miércoles en Caracas, en la Unidad de Diálisis Riverside, en Bello Campo, municipio Chacao, donde exigieron insumos para mantener los tratamientos que les permiten seguir con vida. Al menos siete de estos enfermos crónicos han muerto en el último mes en medio de la escasez.
El ministro de Salud, Luis López, denunció este 14 de mayo que la banca internacional habría bloqueado al gobierno una transacción de aproximadamente 7 millones de dólares que estarían destinados a comprar medicinas e insumos para el tratamiento de diálisis de unos 15.000 pacientes.
El anuncio que el ministro de Salud, Luis López, realizó sobre el uso de 12 millones 385 mil euros para la compra de dispositivos dializadores e insumos médicos parece ser una solución al problema que ha comprometido la vida de una gran cantidad de venezolanos afectados.
Ezra Márquez, de 44 años de edad, se convirtió anoche en la tercera persona fallecida en el estado Zulia por interrupción en el tratamiento de diálisis y en la falta de medicamentos.
Al menos 42 pacientes con problemas renales que se atienden en el hospital José Gregorio Hernández en San Félix, estado Bolívar, se encuentran en riesgo de muerte debido a la falta de medicinas o de horas de diálisis.
Desde hace varias semanas los enfermos renales protestan en todo el país por la falta de insumos médicos y por la avería de las máquinas para hacer diálisis.