Familia

Mujeres bajo ataque: cómo ayudar a las víctimas de la violencia en casa

¿A dónde puede acudir en Venezuela una mujer víctima de violencia doméstica, sometida al maltrato de su pareja, o de su entorno familiar? Activistas y ONG luchan por ayudar a romper ese ciclo nocivo que va más allá de las paredes del hogar y se proyecta en toda la sociedad.

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Mujeres víctimas que deben actuar y defenderse

La primera vez que *Carlos agredió físicamente a *Sofía fue porque ella le hizo el favor a un conocido de ambos de calentar un almuerzo. Ella estuvo viviendo durante 24 años con un hombre que no la dejaba trabajar, maquillarse, al que no le gustaba que hablara con otros hombres y que siempre buscaba ser violento.

“Él llegó ese día por la noche a decir que yo le estaba dando comida a otro hombre, que a otros si les cocinaba. Le expliqué que fue un favor para el señor de la casa en que vivíamos, pero igual me pegó. Mis gritos se escuchaban en toda la casa y en la calle también. Después de este episodio me pidió perdón y yo en ese momento le creía”.

*Carlos y *Sofía (nombres que usaremos para resguardar su identidad) se conocieron durante una fiesta en Cúcuta. Ella es colombiana y él un caraqueño que estaba solo de paseo. Luego de algunas salidas se fueron a vivir juntos a Caracas, pero lo que ella no sabía es que se estaba marchando del lado de su familia para estar con un hombre que la iba a violentar, a maltratar físicamente, de forma verbal, psicológica, económicamente y de otras formas.

La para ese entonces joven tenía 23 años cuando llegó a Caracas desde Cúcuta. Él se la había llevado bajo la promesa de que tendrían un hogar. Se mudaron a una habitación en casa de unos vecinos, quienes además de ser “sus compadres” -como ellos decían- serían los primeros testigos de que *Sofía era agredida por *Carlos.

Ella estaba en quinto año cuando se conocieron, no había terminado de estudiar cuando se mudaron juntos y estando en Caracas tampoco la dejó terminar el bachillerato. Aunque ella en muchas oportunidades quiso regresar a Cúcuta, él nunca se lo permitió, con excepción de visitar a los familiares los dos juntos fingiendo que todo estaba bien.

“Yo lloraba. Me sentía sola, quería regresar con mi familia. Los vecinos me escuchaban llorar. Yo quería estudiar no estar encerrada y me decía que sí, pero luego no pasaba nada”.

*Sofía ni siquiera vio a su padre morir, solo porque él no la quería dejar ir a Cúcuta. Cuando finalmente accedió llegó directamente al funeral.

“Al principio todo era una maravilla. Luego lo conocí de verdad. Empezó a tomar y yo tenía miedo cada vez que llegaba el viernes porque bebía todo el fin de semana y eso lo volvía más agresivo aún”.

Hasta las salidas al mercado que hacía *Sofía se convertían en golpizas casi seguras si *Carlos se enteraba que había hablado con algún hombre solo por casualidad.

“Una vez fuimos juntos a una fiesta y él estaba bailando con todas las mujeres que había, con las que eran esposas de sus amigos y las que no. Pero entonces uno de sus compañeros me sacó a bailar y yo dije que sí. A la media hora me sacó de la fiesta y al llegar a la casa me golpeó e insultó porque decía que eso era coquetear”.

“En otra fiesta le decía a los hombres que yo no bailaba y un día un amigo le dijo que él si podía bailar con quien quisiera y a mi no me dejaba. Él me tomó del brazo y me sacó de la fiesta para pegarme”.

*Sofía quedó embarazada a los años de vivir juntos y tenía la esperanza de que un bebé cambiaría todo, pero no fue así. Incluso embarazada debía soportar que la golpeara.

Una golpiza por darle un vaso de agua a un hombre que hacía un trabajo de construcción en la casa donde iban a vivir, otra golpiza porque le dio una dirección a un hombre en la calle, más golpes solo por ver televisión y otra vez porque su hija se tropezó jugando y la acusó de cuidar mal a la niña.

“Vio cuando yo le estaba dando el vaso de agua y al abrir la puerta de la casa, me pegó. Decía que yo le estaba sonriendo al señor”.

Si *Sofía contradecía a *Carlos, que pasaba seguido porque ella siempre le contestaba ante sus insultos y prepotencias, él le pegaba. No soportaba que ella pudiera tener la razón.

Cuando él no estaba en la casa, llegaba preguntando a los vecinos si habían visto a *Sofía salir, si había ido al mercado o hablado con alguien por la calle.

La pequeña, hija de ambos, también se vio maltratada en el entorno y en ocasiones llegó a la escuela con morados que desencadenaban el llamado de atención de las maestras, quienes le reclamaron a su madre. Ellas sabían que *Sofía era maltratada y al ver el contexto le aconsejaron que debía denunciar a *Carlos.

La hija estando pequeña no entendía mucho de lo que ocurría, pero al convertirse en una adolescente empezó a cuestionar la actitud de su papá. A ella también la celaba y controlaba Un día, incluso, se enfrentó a *Carlos mientras él intentaba pegarle a su mamá. Se lanzó sobre su espalda y lo agarró por el cabello para impedir el momento.

*Sofía muchas veces se cuestionó, cuando conversaba con sus compadres, quienes le decían que debía tener paciencia. Ella les respondía que lo que ocurría con *Carlos estaba mal, que nunca vio a sus padres tratarse de la forma en que él la maltrataba. Ella sabía que no era lo correcto.

Imagen: Cortesía ONU Mujeres

Luego de pensarlo, aún con miedo, *Sofía logró ir a Fiscalía a poner la denuncia y fue escoltada por la policía para ir y buscar a *Carlos, quien fue detenido una noche, pero lo soltaron al día siguiente cuando *Sofía prefirió no presentarse a completar el procedimiento para que le dieran una sentencia contundente a su pareja.

Ella, que hoy tiene 59 años, cree que la justicia “es divina” y que igual este hombre pagará por todo lo que le hizo sufrir. Cuenta que a veces se topa con él en la calle, porque viven en la misma comunidad, pero ya no le asusta, no le tiene miedo.

*Sofía espera que como ella las mujeres que estén padeciendo una situación similar, también puedan romper con su ciclo de violencia. Ella espera que al contar su historia, otras mujeres puedan comprender que están en un ciclo de violencia, que en muchas ocasiones puede terminar en femicidio, según los expertos.

Con 59 años esta mujer es el rostro de muchas que aún están inmersas en un ciclo de violencia por diversas razones, entre estas desconocimiento, el no saber que están siendo víctimas de violencia al normalizar las conductas machistas, lo que no es culpa de quien lo sufre sino de la cultura, la educación y las costumbres.

ONU Mujeres define la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes como “todo acto de violencia basado en el género que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o mental para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.

ONU Mujeres

¿A dónde acudir?

La Unión Europea en conjunto con el Centro de Justicia y Paz (Cepaz) y organizaciones aliadas tiene una línea de atención para las víctimas de violencia, teniendo en cuenta que romper con el ciclo de violencia nunca es una tarea fácil. Hay números de contactos a los que pueden llamar y solicitar ayuda y también les brindan atención psicológica.

En 2019 Cepaz junto con el Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela (CEM-UCV) y la Fundación para la Prevención de la Violencia Doméstica hacia la Mujer (Fundamujer) comenzaron con la línea de atención para las víctimas de violencia de género y sus familiares.

En marzo de 2022 crearon Unidas por ti, conformada por las tres organizaciones iniciales y la Asociación Larense de Planificación Familiar (Alaplaf) a través del proyecto “Aliadas por el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia”, con el que se amplió la cobertura del servicio psicosocial y legal a Miranda, Zulia, Mérida, Táchira y Lara.

Las mujeres víctimas de violencia, o cualquier persona que tenga conocimiento de hechos de violencias de género contra las mujeres, podrán solicitar la tutela judicial por medio de los órganos receptores de denuncia, así como lo establece el artículo 90 de la Ley orgánica de protección de las mujeres para una vida libre de violencia (LODMVLV), indistintamente sea el órgano para solicitar sus derechos infringidos, y son los siguientes:

-Ministerio Público.

-Juzgados de Paz Comunal.

-Prefecturas y jefaturas civiles.

-Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.

-Órganos de policía nacional, estadal y municipal.

-Unidades de comando fronterizas de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

-Tribunales de municipios en localidades donde no existan los órganos anteriormente nombrados.

-Cualquier otro que se le atribuya esta competencia.

-Los pueblos y comunidades indígenas constituirán órganos receptores de denuncia, integrados por las autoridades legítimas de acuerdo con sus costumbres y tradiciones, sin perjuicio de que la mujer agredida pueda acudir a los otros órganos.

Imagen: ONU Mujeres

“Toda denuncia debe ser recibida por los órganos receptores sin distinción alguna, y conforme a las formalidades que establece la norma para su debida garantía y fiel cumplimento ante la protección de los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia de género», explica Diyuly Chourio, presidenta de la Fundación Vida Jurídica, abogada especialista en políticas públicas y justicia de género.

«Por otra parte, es de resaltar la responsabilidad que tienen los servidores y servidoras, ante el incumplimiento de la respectiva denuncia, o que cometieran alguna omisión por falta de la misma, puesto que serán sancionados con pena de uno a dos años de prisión, según el artículo 77. Teniendo en cuenta la legitimación para denunciar según el artículo 89, el cual podrá denunciar las formas y delitos establecidos en la legislación protectora de las mujeres víctimas de violencia en Venezuela”, agrega.

Documentación

La abogada Chourio detalló que al momento de formular la denuncia la víctimao quien tenga la legitimidad de hacerlo, deberá llevar su identificación, en este caso la cédula de identidad, “indistintamente esté vencida, o de no poseerla al momento ante una tempestiva salida por ejemplo de su hogar”.

“Esto no comportará ninguna negativa al momento de realizar la denuncia. Por consiguiente, si posee algunas pruebas de los hechos relacionados a algún tipo de incidencia violatoria a denunciar, las podrá consignar de manera voluntaria para que puedan ser anexadas al expediente donde reflejará toda la información de la denuncia y del presunto agresor. Esto para dejar constancia de su petición a través de las vías jurisdiccionales”.

Chourio aclaró que las mujeres víctimas de violencia de género, podrán presentar la denuncia sin o con la asistencia de abogados. Sin embargo, ante el procedimiento judicial podrá solicitar la petición para que la representen, de no poseer asistencia jurídica, podrá solicitarle al juez, competente en de los tribunales especiales de violencia contra la mujer, la designación del profesional del derecho.

Sobre las mujeres cisgénero y las mujeres trans que también son víctimas de violencia por parte de su pareja existe actualmente un vacío legal porque no hay un reconocimiento de su género e identidad. Es decir, al no ser consideradas legalmente mujeres no están bajo la protección de La Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.

Falta de cifras e impunidad

Aunque en teoría Venezuela tiene la Ley orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, organizaciones no gubernamentales e incluso Volker Türk, el Alto Comisionado de la ONU cuestionó durante la exposición de un informe presentado en julio de este mismo año que hace falta fundamento en la ejecución.

La falta de datos oficiales es una de las principales problemáticas. El Alto Comisionado alertó que hay omisión por parte del Estado de publicar datos y cifras sobre la realidad de las mujeres en el país, lo que incluye casos de violencia de género y femicidios. Lamentó la falta de un observatorio oficial de violencia de género, reconociendo que hoy estas cifras se conocen gracias al monitoreo y el contacto directo con las víctimas que tienen las organizaciones no gubernamentales.

Ante la falta de datos oficiales, organizaciones como Cepaz y Utopix llevan un conteo mensual de femicidios, basado en las publicaciones en medios de comunicación.

La abogada alertó que a pesar de contar con grandes mecanismos, estructuras y herramientas, se siguen visibilizando fallas dentro del sistema de justicia que solo traen consecuencias a las víctimas y sus familiares.

Expertas en el tema y diversas organizaciones aseguran que el femicidio es el último paso de un ciclo preexistente de violencia.

“Las fallas están enfocadas en la falta de perspectiva de género dentro del Poder Judicial Especial de Violencia contra las Mujeres”, mencionó, agregando que “aunque si se han tomado acciones y correctivos pertinentes para formar a sus funcionarios y funcionarias dentro del Poder Judicial, según se evidencia en sus portales de redes sociales, en la actualidad la desprotección sigue siendo el orden del día”.

El Alto Comisionado insistió en los casos de violencia de género, señalando los retrasos en cuanto a las investigaciones y el juzgamiento de los autores. En este sentido instó al Estado a implementar políticas e iniciativas pendientes para la erradicación de la discriminación y otras formas de violencias basadas en el género, lo que incluye la implementación efectiva de la reforma de la Ley Orgánica sobre los Derechos de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del año 2021.

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