Huir para vivir: el drama de los ucranianos que peregrinan por la guerra (Fotos)
Cambiar el hogar por una colchoneta en un gimnasio, caminar cientos de kilómetros bajo la nieve y entre ruinas, o esperar en un país ajeno a que un tercero decida tu destino son los dramas a los que millares de ucranianos se enfrentan en estos últimos días
Los ucranianos han vivido a la sombra de la guerra, con una joven independencia siempre amenazada. Sin embargo, la reciente invasión rusa a su país, exhibiendo un poderío bélico de proporciones enormes, las explosiones a estructuras civiles y los miles de muertos, incluyendo niños, ha provocado que deban huir para preservar su propia vida.
Una mujer, que aún no ha logrado salir de Kyiv, se refugia dentro de un vagón del subterráneo, junto con sus pertenencias. Foto Dimitar DILKOFF / STF / AFPLos que huyen deben caminar cientos de kilómetros entre ruinas. Esta foto se tomó en Irpin, al noroeste de Kyiv, después de un bombardeo. Foto Aris Messinis / AFP
Aquellos ucranianos que no tomaron las armas, es decir, niños, personas mayores y algunas mujeres que ejercen, sobre todo, de cuidadoras de los más débiles, se han refugiado en países vecinos que los alojan en grandes campamentos. Pero el camino es largo, tortuoso, muchas veces a pie y escudándose de posibles bombas, que muchas veces se oyen a lo lejos.
La evacuación de civiles se hace bajo condiciones de temperatura extremas. Foto Sergei SUPINSKY / AFPUna familia de ucranianos refugiados espera en la estación de bus de Kosice, en Eslovaquia. Foto PETER LAZAR / AFPTambién en Kosice, dos jóvenes esperan a ser llevadas al refugio. La ONU estima que 2,2 millones de personas han dejado Ucrania. Foto PETER LAZAR / AFP
Muchos huyen con sus mascotas y, como siempre, la alegría que dan suele lograr el milagro de arrancar sonrisas aún en los caminos y los lugares más difíciles.
Anastazya abraza a su perro mientras escucha explosiones en la frontera cercana a Polonia. Foto Louisa GOULIAMAKI / AFPUna pequeña encuentra consuelo abrazando a su mascota, mientras espera su destino en Medyka, en la frontera con Polonia. Foto Louisa GOULIAMAKI / AFPLos refugiados se llevan consigo a sus mascotas. Es una estampa común. Foto Louisa GOULIAMAKI / AFPFoto Louisa GOULIAMAKI / AFPUna chica carga a su gato en un morral especial. Aunque tengan que sacrificar otras pertenencias, se llevan a sus mascotas. Foto Louisa GOULIAMAKI / AFPUna mujer se lleva a su gato a cuestas en Irpin, mientras evacúa la ciudad después de un bombardeo. Foto Sergei SUPINSKY / AFP
Cambiar la comodidad de un hogar, la rutina del trabajo y la escuela, el vecindario que conoces, la tienda a la que siempre vas, por una colchoneta en un gimnasio que se comparte con cientos de personas, es un sacrificio necesario para salvar la vida.
Evacuados descansan en un gimnasio en la ciudad ucraniana de Lviv, mientras esperan para salir del país. Foto Yuriy DYACHYSHYN / AFPRefugiados ucranianos recién llegados a la estación de Kosice, en Eslovaquia. Foto PETER LAZAR / AFP
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