El primer restaurante McDonald's en Venezuela se abrió en una esquina de El Rosal, en Caracas, el 31 de agosto de 1985. En 35 años han sumado más de 100 restaurantes y 90 centros de postres. No ha sido un camino fácil pero si lleno de retos y logros
Con altas y bajas pero siempre presente, así ha sido la trayectoria de 35 años que hoy celebra Mc Donald’s en Venezuela. La marca, que en Latinoamérica gerencia Arcos Dorados, se estrenó en el país el 31 de agosto de 1985, en una esquina de El Rosal, en Caracas.
Esa inauguración de Mc Donald’s supuso toda una novedad en los restaurantes de comida rápida de Venezuela, que ya existían pero con una oferta limitada.
Con Lorenzo Bustillos al frente, el restaurante de El Rosal abrió hace 35 años con sus enormes ventanales, su moderna decoración, su atención al carro, su menú infantil, el despacho de los pedidos en el mostrador, las salsas en sobrecitos que se entregaban con generosidad y un esquema de trabajo que conquistaba a los estudiantes pues se adaptaba a sus horarios académicos, entre muchas otras características.
Los dos arcos dorados que conforman la característica M de la marca se replicaron rápidamente a otras zonas de Caracas y a muchas ciudades del país, bajo el modelo de franquicias, que en esos años resultaban sumamente rentables, debido a la enorme receptividad del público venezolano hacia la marca. En algunos restaurantes, el retorno de la inversión se lograba en pocos meses, según contaron directivos de la marca en esos años.
El segundo restaurante de Caracas fue en Sabana Grande, en ese bulevar que se paseaba con tanta seguridad a finales de los 80. Atraía sobre todo a los adolescentes por su diseño alegre, que hacía referencia la surf y a la playa.
Luego siguieron ciudades como Maracaibo, Táchira, Cumaná, La Guaira, Barquisimeto, San Cristóbal, Valera, Nueva Esparta, Puerto La Cruz, Punto Fijo, Anaco, Maturín, Ciudad Bolívar y Puerto Ordaz, entre muchas otras.
35 años después, la marca cuenta con más de 100 restaurantes y 90 centros de postres en todo el país.
Permanecer en Venezuela no ha sido fácil para McDonald’s, ni para ninguna marca internacional, en los últimos años. La hiperinflación, la devaluación del bolívar, la estrepitosa pérdida del poder adquisitivo y el difícil acceso a las divisas obstaculizaron mantener la calidad -que es la misma en todos los países- del menú. Esto afectó a todos los restaurantes internacionales, no solo a esta marca.
La gerencia de McDonald’s permaneció buscando opciones que pudieran ser permanentes y acordes con la situación país. Uno de los mayores retos fueron las papas fritas.
Las originales de McDonald’s son largas, crujientes por fuera y blandas por dentro. Son características de la marca. En Venezuela, y con autorización de la casa matriz de Arcos Dorados, primero se buscó la alternativa de las yucas fritas. La aceptación fue buena pero… no eran las papas de McDonald’s.
En alianza con la marca de vegetales Kelly’s se buscó sembrar en Los Andes, el mismo tipo de papa que se utilizaba para las originales de la marca. Tras seis años de prueba, con fracasos y éxitos, lograron ofrecer una papa muy parecida, aunque más corta.
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Posteriormente, con la apertura cambiaria, lograron traer de regreso las papas originales, esta vez importadas desde Argentina. La presentación la protagonizó Claudio Nazoa quien, años antes, había escrito una columna criticando las papas que había recibido en uno de los restaurantes.
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Las papas venezolanas también permanecen en el menú.
Otro hito fue el de la Cajita Feliz. Por la imposibilidad de pagar en dólares los juguetes (que se hacen iguales para todos los países) o de trasladar el costo del dólar no oficial a un consumidor con poder adquisitivo reducido, McDonald’s Venezuela dejó de importar los regalos infantiles. Pero, a cambio, desarrolló alianzas con fabricantes nacionales.
La Cajita Feliz, con los juguetes internacionales, regresó al mercado venezolano el 16 de junio. Las primeras colecciones son de Snoopy y Mario Bros.
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Dos colecciones de libros infantiles desarrollados por McDonald’s Venezuela fueron memorables. Una fue de cuentos sobre animales en extinción desarrollada con Editorial Macpecri. La segunda se hizo junto a Santillana Editores y tuvo corte educativo. En ella se enseñaron las profesiones, operaciones matemáticas y habilidades linguísticas, todo dirigido al público infantil.
McDonald’s Venezuela fue una de las primeras marcas de comida rápida que activó delivery con medidas de bioseguridad durante la cuarentena, que en Venezuela inició el 16 de marzo. Además de atender en modalidad pick up por el autoservicio (AutoMac) se asoció rápidamente con servicios de delivery como Yummy Venezuela, Tráetelo y posteriormente con UbiiGo.
A este proceso lo han denominado «McProtegido» y consiste en un estricto mecanismo con seguimiento y control de acceso de los empleados, toma de temperatura, rotación de turnos, señalización para evitar el contacto y aglomeración de clientes y supervisión y entrenamiento diario para cumplir con las medidas sanitarias dispuestas por la autoridad.
Además, en colaboración con la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, la Cruz Roja Venezolana y el Grupo Snack 4 Heroes, entre abril y junio, McDonald’s donó más de 13.200 productos alimenticios al personal de salud de guardia en 27 centros hospitalarios en Caracas, Guarenas, Ocumare, Charallave, La Guaira, Los Teques, Maracay, Valencia, Puerto Cabello, Barquisimeto, Maracaibo, San Cristóbal, Mérida, Maturín, Anaco y Puerto Ordaz y Ciudad Bolívar.
En estos 35 años, McDonald’s también ha escrito historias humanas de superación. Un ejemplo es Luzmar Moret quien hace 25 años era recreadora de los niños que iban al restaurante de El Paraíso. Hoy, después de formación y ascensos, es directora general de McDonald’s Venezuela.
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