Gastronomía

El Salón Cantón lanza un reto e invita a sus comensales a mirarse a los ojos

Hay un premio para quienes lo acepten, una botella de vino cortesía de la casa, pero también condiciones: los celulares se entregan a los mesoneros que los guardan en estuches herméticos y especialmente diseñados para el reto #FeelingOnMovilOff, que se colocan cerca de la mesa, pero fuera del alcance de los comensales. La idea, y la ganancia, es volver a lo tradicional y conectarse con la pareja o la familia

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Salón Cantón
Fotos cortesía Jota Erre Medios

El Salón Cantón, con sus casi 54 años sirviendo comida china en Caracas, decidió lanzar su reto #FeelingOnMovilOff para invitar a los comensales a que se desconecten de las pantallas y acepten el desafío de comer disfrutando de la compañía del otro, sin distracciones.

Hay un premio para quienes lo acepten, una botella de vino cortesía de la casa, pero también condiciones: los celulares se entregan a los mesoneros que los guardan en estuches herméticos y especialmente diseñados para el challenge, que se colocan cerca de la mesa, pero fuera del alcance de los comensales.

El #FeelingOnMovilOff lleva dos años en los restaurantes Salón Cantón de Panamá donde ha sido un éxito. Y en Caracas suma unos dos meses, con muy buena receptividad de parte del público. De hecho, en un principio el reto solo era válido después de las 5 pm, para la cena, y la dirigencia de Salón Cantón decidió extenderlo también para el almuerzo.

Salón Cantón
Costillitas sal y pimienta. Fotos cortesía Jota Erre Medios

La idea del reto fue de Arturo Acon, tercera generación de la familia fundadora y que empieza a participar en la gerencia del restaurante y de Ross Gil, gerente de Mercadeo. Comenta Arturo que uno de los grandes valores de la cultura china es la familia, y el encuentro en las comidas, y notaba que ese compartir se estaba perdiendo debido a las pantallas. «La gente no se estaba viendo a los ojos», dice.

Ross Gil y Arturo Acón. Foto cortesía

Así surgió #FeelingOnMovilOff, un volver a lo tradicional, intentar comer en familia igual que cuando no había celulares. Y, aunque hay premio, el mayor beneficio realmente se siente en la mesa. El Estímulo pudo probar la experiencia, participando del reto con un grupo heterogéneo de personas que no se conocían bien, y la conversación se hizo muy grata, amena y permitió a todos interactuar. Al final se sentía como un enorme clan de buenos amigos que no corrieron a buscar sus celulares en el tiempo permitido (al terminar de comer) sino que continuó departiendo un buen rato más.

El grupo que participó en el reto

Cuenta Ross Gil que, cuando crearon el #FeelingOnMovilOff pensaron que lo aprovecharían especialmente parejas. La sorpresa es que ha calado muchísimo en las familias.

«Vienen con sus hijos de todas las edades, entregan los celulares y se sientan a compartir en familia. El Salón Cantón entrega la botella de vino pero, si hay menores de edad, también le regala las bebidas. Queremos que todos se animen a volver a mirarse a los ojos», añade Ross.

Después de la cena, suelen haber más sorpresas para los ganadores del reto: una foto instantánea estilo vintage.

La familia del Salón Cantón

La importancia de la familia se nota en la historia de este restaurante, fundado en 1968 por Arturo Econ (el mismo nombre de su nieto) y su esposa. Ahora, las decisiones gerenciales del Salón Cantón la toman sus 5 hijos y su nieto mayor, Arturo, que estudia Negocios. Pero se toman en conjunto. Cuenta el nieto que cuando surge una idea nueva, como el #FeelingOnMovilOff todos los hermanos se consultan y todos deben estar de acuerdo. Entonces es cuando se da el paso o se retrocede.

Así se han mantenido con cinco sedes en Caracas, una en Maracaibo, dos en Ciudad de Panamá, una en Bogotá y dos en Miami, crearon una aplicación para atender a sus comensales directamente, tienen delivery propio y están remodelando las sucursales en Venezuela.

Torta fría, uno de los postres hechos en Salón Cantón. Foto cortesía

A pesar de los avances gerenciales, Salón Cantón mantienen el primer menú que el fundador diseñó para el primer restaurante, que estaba en Las Mercedes, donde ahora está la plaza Alfredo Sadel. Arturo, el abuelo, abrió en 1968, el mismo año en que llegó a Venezuela desde China, después de una corta travesía por Nueva York, Estados Unidos.

Salón Cantón
El menú de Salón Cantón es el mismo desde 1968. Foto cortesía

«Lo más pedido en Venezuela son los langostinos del chef, que se sirven crocantes con salsa blanca, y el pollo con miel y ajonjolí», dice Arturo, el nieto.

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Plato de degustación con las dos preparaciones más pedidas: langostinos del chef y pollo con ajonjolí. Foto cortesía

Por supuesto, otros favoritos son los platos tradicionales de la comida china-venezolana como las lumpias, las costillitas y el wantón frito. «Por cierto, mi abuela que ahora vive en Miami, es la que hace las lumpias para los restaurantes de allá. Ella siempre quiere ayudar, de alguna manera», narra Arturo, anotando otro punto para la tradición.

Las lumpias se hacen con la receta de la abuela Acón, la misma desde 1968. Foto cortesía

El sentido de familia también está muy arraigado en el joven Arturo, de 20 años, que creció en los restaurantes. «Desde niño sabía que en algún momento iba a entrar a participar en la gerencia. Y me gusta. Más que eso: yo soy feliz aquí».

Arturo Acón, tercera generación de los fundadores

Coordenadas

Sedes. En Caracas en La Castellana, El Hatillo, CCCT, Las Mercedes y El Paraíso y una sede en Maracaibo.

Instagram. @saloncanton_ve

Web. saloncanton.com (allí se puede ver el menú).

Vigencia del reto. Todos los días a partir de las 5 pm. Pronto desde el almuerzo.

Precios de referencia. Plato de degustación (para 3 o 4 personas), 60 dólares. Ración de wantón frito relleno, 9. Arroz con camarones, 12. Ración de 2 lumpias, 5. Chow Mein a la Cantonesa, 11. Ración de camarones del chef, 20. Ración de pollo con miel y ajonjolí, 14. Pato Pekín (con 3 platos para varias personas), 50.

Delivery. Sí, propio. Pickup en todas las sedes.

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