Un video que muestra a un policía matando a un niño negro de 12 años que jugaba con una pistola de imitación indigna a los estadounidenses, mientras las calles de Ferguson volvieron a la calma este jueves, festividad de Acción de Gracias, tras varios días de violencia.
El video registrado por una cámara de vigilancia muestra que el policía dispara contra el niño apenas segundos después de llegar al parque de Cleveland (Ohio, norte de Estados Unidos) alertado por una llamada de emergencia.
La televisión estadounidense ha difundido también un registro de esa llamada en la que el hombre que hace la denuncia señala claramente que el arma que empuña el niño probablemente es una imitación. Sin embargo, los dos policías despachados al lugar no recibieron esa precisión.
La rama local de la poderosa asociación de defensa de la población de color NAACP valoró que esta muerte «vuelve a cuestionar la adecuación de la selección, el entrenamiento y la preparación de los oficiales de policía». Asimismo amenazó con acciones:
«Los oficiales de policía deberían estar preparados para hacer frente a gente de todos los orígenes étnicos, de todas las culturas, y de recurrir a la fuerza letal solo como último recurso».
El video fue difundido el miércoles 26 de noviembre, cuando la situación en Ferguson parecía calmarse tras los disturbios provocados a comienzos de semana por la polémica decisión de un jurado que, después de tres meses de deliberaciones, concluyó que el policía Darren Wilson actuó en legítima defensa cuando disparó en agosto doce veces contra Michael Brown, un joven negro.
Ante el temor de que el video de la muerte de su hijo empeore una situación ya tensa, los padres del niño Tamir Rice pidieron en un comunicado «manifestarse pacíficamente y de forma responsable». Añadieron que las emociones positivas son las que lograrán el cambio:
«Utilicemos estas emociones de una forma que pueda contribuir a los esfuerzos positivos a las soluciones susceptibles de aportar cambios (…) en lo que concierne al modo como las fuerzas del orden interactúan con los ciudadanos de color».
La decisión del jurado no sólo desató la ira en Ferguson, sino también en unas 170 ciudades de Estados Unidos donde se multiplicaron los reclamos contra el uso discriminatorio de la fuerza por parte de la policía contra miembros de minorías.
La Oficina de Estadísticas Judiciales ha identificado en Estados Unidos 2.931 asesinatos «vinculados a arrestos» entre 2003 y 2009, en casi todos los casos las víctimas son hombres. Los negros representan el 32%, aunque constituyen solamente el 13% de la población.
La protestas realizadas a lo largo y ancho de Estados Unidos fueron en su mayoría pacíficas, aunque en algunos estados culminaron con detenciones. En Los Ángeles, 180 personas fueron arrestadas por la policía por haber bloqueado una autopista, y una decena fue arrestada en Nueva York.
Un día de Acción de Gracias «difícil»
En el marco del Día de Acción de Gracias – una fiesta que reúne cada año a las familias estadounidenses – los padres de Brown viajaron a Nueva York para asistir a una ceremonia con los familiares de dos recientes víctimas negras de violencia policial.
Invitados por la Red de Acción Nacional del reverendo Al Sharpton, Michael Brown padre y Lesley McSpadden llegaron hasta la sede de esta organización ubicada en Harlem, un tradicional barrio de la comunidad afroamericana en el norte de Manhattan.
La familia declaró a la emisora CNN que sería un Día de Acción de Gracias «difícil». «Y no es la única fiesta, llegan otras», subrayó el padre de Michael Brown.
Junto a ellos estaban los padres de Akay Gurley, un joven negro de 28 años abatido la semana pasada por un policía en Brooklyn (sudeste), y de Eric Garner, de 43 años y muerto el 17 de julio luego de haber sido sometido por la fuerza por varios oficiales blancos tras intentar resistirse en Staten Island (sur).
«Espero que Estados Unidos se dé cuenta del dolor de estas familias», dijo Sharpton, pidiendo que «estas tres muertes no sean en vano».