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Misión militar contra EI fue un éxito, según gobierno británico

Londres calificó hoy de "exitosa" su primera misión militar contra el Estado Islámico (EI) en Siria, en la que se ha bombardeado un yacimiento de petróleo después de que el Parlamento diera luz verde a los ataques.

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Foto: AP

El ministro de Defensa, Michael Fallon, expresó su satisfacción por el resultado de la misión, destinada a «golpear» la fuente de financiación de la organización terrorista, responsable de los ataques de París del 13 de noviembre o del asesinato en junio de más de 20 turistas británicos en Túnez.

Horas después de que la Cámara de los Comunes votase por amplia mayoría autorizar la intervención en Siria, cuatro cazas Tornados de la Real Fuerza Aérea (RAF) británica atacaron seis objetivos en el yacimiento Al Omar, ubicado en el este sirio y fronterizo con Irak.

El campo petrolífero representa una «gran parte de los ingresos» que el EI utiliza para financiarse, explicó el ministro, que confirmó que los aviones volvieron a su base de Akrotiri, en Chipre, desde donde los aparatos británicos operan ya en Irak.

«Los cuatro Tornados han vuelto ahora con éxito y vamos a evaluar el daño causado. (Los aviones) utilizaron munición (bombas) Paveway en una zona de los yacimientos de petróleo», agregó Fallon.

El titular de Defensa confirmó, además, que el Reino Unido reforzará su componente logístico en Akrotiri con el envío de otros ocho aviones de combate -dos Tornados y seis Thyphoons-, al tiempo que avisó de que esta será una campaña militar de largo plazo.

Fallon informó de que él mismo dio anoche la autorización para iniciar los ataques en Siria, después de que los diputados aprobasen por 397 votos a favor y 223 en contra la intervención militar solicitada por el primer ministro británico, David Cameron, que contó con el apoyo de cerca de 70 diputados laboristas.

«Lo que fue realmente importante del voto de anoche es que se confirmó que el Reino Unido es un aliado serio. Hemos salido en defensa de Francia, que solicitó nuestra ayuda con nuestros aviones de la RAF», señaló Fallon, y agregó que hay otros posibles blancos similares en Siria que esperan atacar en los próximos días.

«Hay mucho trabajo por hacer para atacar estos blancos y ayudar a cortar el flujo de armas y petróleo a los terroristas», explicó.

El ministro resaltó que hay un proceso «muy riguroso» para seleccionar los objetivos a atacar y recalcó que los militares británicos deberán cumplir con «reglas muy rigurosas» de combate.

Londres tiene en Akrotiri a unos 860 militares y diversos cazas, entre ellos ocho Tornado GR4 y una aeronave Voyager para repostar, así como drones Predator armados con misiles Hellfire.

Los aviones Tornados iban cargados con bombas de alta precisión Paveway, cuyo coste estimado es de 28.000 euros cada una. Los Tornados pueden llevar hasta cinco de estos materiales explosivos, utilizados con éxito por la RAF en misiones en Afganistán y Libia.

Los pilotos pueden controlar el ángulo y la dirección de las Paveway, así como decidir si explotan en el momento del impacto del blanco elegido, en el aire o después de alcanzar el objetivo.

Los Tornado también pueden llevar los misiles Brimstone, cuyo coste es de unos 140.000 euros cada uno y son conocidos por el alto nivel de precisión, además de por su velocidad supersónica.

En unas declaraciones hoy a la BBC, el capitán Richard Davies, de la RAF en Marham (sureste de Inglaterra), la base de los Tornados, dijo que confía en que no haya víctimas civiles en las misiones que lleven a cabo en Siria, como ha ocurrido hasta ahora en Irak.

«En los más de 400 ataques aéreos que la RAF ha realizado en Irak, no hemos tenido ninguna víctima civil», insistió Davies.

En una acalorada sesión parlamentaria, los diputados debatieron ayer durante más de diez horas la moción presentada por el Gobierno para ampliar los bombardeos contra el EI de Irak a Siria.

El líder del primer partido de la oposición, Jeremy Corbyn, contrario a los ataques, concedió libertad de voto a sus parlamentarios ante la división interna en la formación y la posibilidad de que algunos miembros de su equipo dimitieran en caso de verse obligados a apoyar la línea marcada por la dirección.

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