En una entrevista con The Associated Press, Assad manifestó que es probable que la guerra, que está en su sexto año, «continúe», por lo que calificó de apoyo sostenido externo a sus rivales.
Durante la entrevista realizada el miércoles, agregó que Estados Unidos «no tiene la voluntad» de unirse a Rusia en la lucha contra los extremistas islámicos en Siria.
El presidente sirio rechazó además las acusaciones de que aviones sirios o rusos atacaron un convoy de ayuda humanitaria en Aleppo y negó que sus tropas impidan la llegada de comida a la zona de la ciudad controlada por los rebeldes.
«Estados Unidos no tiene la voluntad de luchar contra (los grupos islamistas) al-Nusra o Estado Islámico, porque creen que son fichas que pueden jugar para sus propios fines. Si atacan a al-Nusra o al Estado Islámico, perderán una ficha muy importante para ellos en Siria. Así que no creo que Estados Unidos esté dispuesto a unirse a Rusia para luchar contra los terroristas en Siria», dijo el mandatario.
En cuanto al bombardeo contra tropas sirias, rechazó la explicación estadounidense de que fue un error.
«No fue un error porque no fue, digamos, que un avión lanzó una sola bomba por accidente. Fueron cuatro aviones que atacaron seguidamente una sola posición por una hora, más de una hora. Nadie comete un error por más de una hora. Además, no es que estaban atacando un simple edificio; es una instalación amplia basada en numerosas colinas y por ahí no había ningún terrorista», aseguró Assad.
Rechazó además las denuncias de que fueron aviones sirios los que bombardearon el convoy de ayuda humanitaria en Aleppo, declarando que «yo diría que cualquier cosa que digan los funcionarios norteamericanos sobre el conflicto en Siria en general carece de credibilidad. Todo lo que dicen son mentiras, digamos burbujas, que no tienen fundamento sólido».
Aun así, manifestó que la guerra terminará y que la paz algún día volverá a su país.
«La devastación es dolorosa, por supuesto, pero podemos reconstruir el país. Vamos a hacerlo. Algún día la guerra concluirá. Lo más doloroso es la destrucción de la sociedad, la matanza, el derramamiento de sangre, algo que vemos todos los días a toda hora. ¿Pero qué voy a pensar? Cuando veo esas fotos, pienso en los funcionarios occidentales y me pregunto qué sienten cuando ven esta devastación y saben que sus manos están manchadas de sangre».