Entre las reformas emprendidas por el joven príncipe heredero Mohamed bin Salmán destaca la autorización para las mujeres de conducir a partir de junio y la reapertura de los cines en marzo.
Pero en este país regido aplicando estrictamente los preceptos del islam, las mujeres siguen viéndose obligadas a portar el velo en público, y a contar con un tutor legal masculino -padre, hermano o marido- para poder viajar o estudiar.
Este viernes, sin embargo, se pudieron sentar por primera vez en las gradas del estadio Ciudad Deportiva Rey Abdalá en Yedá para presenciar un partido de fútbol.
Las espectadoras podían acudir solas o acompañadas, y sentarse en localidades especialmente reservadas para ellas para disfrutar el partido de liga entre el Al Ahli y el Al Batin.
Las mujeres sauditas expresaron su satisfacción por la nueva medida.
«Yo veía los partidos por televisión, mientras mis hermanos acudían (al estadio). Me sentía triste y me preguntaba por qué yo no podía ir. Pero hoy eso ha cambiado, es un día de placer y alegría», declaró a la AFP Nura Bajuryi.
Rueida Ali Qasem se mostró «orgullosa y muy contenta por estos cambios».
Ambos equipos animaron en sus cuentas de Twitter a que las mujeres acudiesen al estadio.