Este hombre había indicado el lunes en la corte que conocía de narcoterrorismo por haber nacido en Medellín, la ciudad del exjefe narco colombiano Pablo Escobar, y que le gustaban las series de crímenes, pero que esto no le afectaría a la hora de decidir su veredicto.
Tras su interrogatorio, preguntó a un guardia de la corte si era posible conseguir un autógrafo de El Chapo, durante años el hombre más buscado por Estados Unidos tras la muerte de Osama Bin Laden, y el mayor narco extraditado y juzgado en este país.
Este martes, un fiscal del gobierno pidió descartarlo por estar «enamorado» de El Chapo.
El abogado de la defensa Jeffrey Lichtman intentó infructuosamente que el juez lo retuviese, y el juez decidió entonces interrogarlo nuevamente.
«¿Por qué pidió un autógrafo del acusado?», le preguntó. «Porque soy un poco su fan», respondió el hombre, que fue entonces eliminado de la lista de potenciales jurados.
El Chapo, que vestía este martes un traje negro, camisa azul esta vez abotonada hasta el último botón y corbata escocesa en tonos azules, pareció sorprendido, y una gran sonrisa cruzó su rostro.
El juez y abogados de ambas partes ya han interrogado a unos 60 potenciales jurados de un total de un centenar para el proceso de El Chapo, de 61 años y acusado de enviar a Estados Unidos 155 toneladas de cocaína a lo largo de 25 años. Deben elegir a 12 titulares y seis suplentes.
Otras tres personas dijeron temer por su vida y fueron descartadas este martes, lo mismo que ocurrió el lunes con dos mujeres.
El juez dijo que una de ellas le dijo llorando sin parar que su madre le había dicho que si era jurado, deberían mudarse y buscar una nueva casa. Otra de estas personas buscó en Google «El Chapo matar jurado» y dijo que halló una historia en la que éste prometía que no lo haría.
«Incluso esa afirmación me dejó bastante ansiosa», sostuvo antes de ser eliminada.
También fue descartado un potencial jurado que tuvo un ataque de pánico y fue trasladado al hospital, un imitador de Michael Jackson por temor a que sea identificado, y un hombre al que le gusta un sándwich llamado «El Chapo» porque dice que en el almacén donde venden esta rosquilla podrían reconocerlo.
Para evitar riesgos, los nombres de los jurados se mantienen anónimos, y cada día serán escoltados por alguaciles armados a la corte.]]>