«Esbirros enmascarados, civiles asesinados por munición real, y el incendio de camiones llevando comida y medicinas desesperadamente necesitadas. Esto ha sido la respuesta de Nicolás Maduro a los esfuerzos pacíficos para ayudar a los venezolanos», indicó John Bolton, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca en su cuenta de Twitter, donde publicó varios comentarios sobre la situación.
«Los países que todavía reconocen a Maduro deberían tomar nota de lo que están apoyando», afirmó Bolton, quien anunció que había cancelado un viaje a Corea del Sur este fin de semana para centrarse en los acontecimientos de Venezuela.
Durante toda la jornada, altos funcionarios del Ejecutivo estadounidense, con Bolton a la cabeza, no han dejado de emitir mensajes a través de la redes sociales comentando la situación en Venezuela.
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, recordó la coyuntura clave que viven los venezolanos en momentos en que en las fronteras de ese país se vive una situación de caos por el intento de entrada de ayuda humanitaria exterior.
«El pueblo de Venezuela se encuentra en el umbral de la historia, listo para reclamar su país y su futuro», dijo en un tuit el gobernante, junto a un video en el que pronunciaba esas palabras en un discurso ante la comunidad venezolana en Miami el pasado lunes.
«Que Dios bendiga al pueblo de Venezuela», había tuiteado horas antes.
A media jornada, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, también se sumó con un mensaje desde Twitter: «A Juan Guaidó y a todos los venezolanos que defienden la libertad y la ayuda humanitaria: Estamos con ustedes. Como dijo el presidente Trump: El pueblo de Venezuela defiende la libertad y la democracia, y Estados Unidos está de pie junto a ellos. ¡Vayan con Dios!».
Pence, precisamente, viajará mañana a Colombia para participar el lunes en la cumbre del Grupo de Lima en Bogotá en la que expresará su respaldo por el presidente del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, que se proclamó presidente interino hace un mes.
Uno de los más activos en las redes sociales ha sido el senador republicano por Florida Marco Rubio, quien denunció que «el régimen de Maduro está tratando de impedir el paso de camiones con ayuda humanitaria», aunque vaticinó que no será «capaz» de superar «la irreversible decisión de vivir en libertad» de los venezolanos.
De momento, los enfrentamientos en la frontera de Venezuela con Brasil y Colombia, donde opositores venezolanos tratan de entregar ayuda humanitaria internacional dentro el país, habrían dejado al menos cuatro muertos y más de una veintena de heridos, según informaciones todavía preliminares.
Guaidó, al que han respaldado expresamente EE.UU. y otros 40 países, viajó este viernes a Colombia para coordinar las primeras entregas de asistencia humanitaria.
La oposición venezolana, que no reconoce el nuevo mandato de 6 años que juró Nicolás Maduro el pasado 10 de enero, asegura que el país atraviesa una «emergencia humanitaria compleja» y ha pedido ayuda a la comunidad internacional para atenderla.
Parte de esta ayuda se almacena en Cúcuta (Colombia), cerca de la frontera con Venezuela.
Cientos de venezolanos se aglomeraron este sábado en el lado colombiano del puente internacional Simón Bolívar que comunica a Cúcuta con San Antonio, en el estado venezolano de Táchira, para formar un corredor que permita pasar la ayuda humanitaria hacia su país y donde se registraron varios enfrentamientos así como deserciones de militares venezolanos.
Por su parte, el Gobierno venezolano ha anunciado el cierre «total» la frontera con Colombia y Brasil ante supuestas «amenazas» contra su soberanía.
Asimismo, Maduro anunció esta sábado que rompe «todo tipo de relaciones» políticas y diplomáticas con el Gobierno de Colombia al argumentar que «la paciencia se agotó».