«Si nos lo piden las partes, México siempre estará en condiciones de ayudar en la realización de un diálogo. Para conseguir la paz en cualquier nación están abiertas las puertas de nuestro territorio para que se dialogue», apuntó el mandatario en la rueda de prensa matutina.
Desde Palacio Nacional, explicó que de configurarse esta mesa de diálogo se invitaría, en el papel de «intermediario», a diplomáticos de «prestigio mundial», a las Naciones Unidas (ONU) o a Uruguay, país que sostiene una postura parecida a la de México ante la crisis venezolana.
«Incluso hasta el papa Francisco (podría ser mediador), pues ya lo ha hecho», dijo el presidente, que recordó que el pontífice había intervenido en asuntos sobre Cuba o la pacificación de Colombia.
Al principio de la conferencia matutina, López Obrador llamó al diálogo en Venezuela para lograr una «solución pacífica» entre las partes y defendió la libertad de expresión tras el suceso acontecido en las últimas horas con un equipo de Univisión.
«Convoco respetuosamente a las partes en conflicto a que se sientan a dialogar y a buscar una solución pacífica», dijo el presidente y líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en la conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional.
Cuestionado sobre la petición del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, para que el gobierno mexicano tome partido entre Nicolás Maduro o Juan Guaidó, López Obrador se limitó a remarcar el «respeto» existente entre Estados Unidos y México.
«No hemos tenido ningún tipo de presión», apuntó el mandatario, que instó a evitar la polarización, la confrontación y la manipulación.
Finalmente, defendió la libertad de expresión tras el suceso acontecido con el periodista mexicano-estadounidense Jorge Ramos y su equipo de Univisión en el Palacio de Miraflores de Venezuela, cuando fueron retenidos mientras entrevistaban al presidente Nicolás Maduro.
«Somos partidarios de la libertad de expresión y el respeto que debe haber para el ejercicio libre del periodismo en México y en el mundo. Es lo que puedo señalar», apuntó.
Venezuela vive una situación de inestabilidad política desde el 10 de enero, cuando Nicolás Maduro volvió a tomar posesión del cargo de presidente tras imponerse en las elecciones de mayo pasado, no reconocidas por parte de la comunidad internacional.
El 23 de enero el opositor Juan Guaidó invocó varios artículos de la Constitución venezolana para defender que, como jefe del Parlamento, podía declararse presidente interino del país al considerar «ilegítima» la toma de posesión de Maduro.