El proyecto de resolución denuncia también la violencia y el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad venezolanas contra manifestantes pacíficos y desarmados que protestaron el fin de semana en las fronteras con Brasil y Colombia.
El texto fue vetado por Rusia, que apoya a Nicolás Maduro.
El martes, el Consejo de Seguridad debatió por segunda vez la situación venezolana. Los 15 países en el foro político más importante del mundo mantuvieron sus divisiones con respecto a la situación de Venezuela.
Estados Unidos y algunos países de América Latina y Europa refrendaron su respaldo al presidente encargado, Juan Guaidó, mientras que Rusia, China y otro grupo de naciones rechazan la injerencia extranjera y defienden la soberanía del Estado venezolano.
La ONU afirmó que seguirá actuando conforme a los principios humanitarios.
Las resoluciones del Consejo, que son vinculantes, deben obtener nueve votos para ser aprobadas y sin ningún rechazo de los cinco miembros permanentes que son: Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos.
La crisis política en Venezuela enfrentó a Nicolás Maduro y al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, quien es reconocido por Estados Unidos y una cincuentena de países, incluidos Gran Bretaña, Alemania, Francia, España y naciones latinoamericanas como Brasil, Colombia, Chile, Perú y Argentina.
El proyecto de resolución resalta la importancia de garantizar la seguridad de todos los miembros de la Asamblea Nacional e integrantes de la oposición, antes del regreso de Guaidó a Caracas tras hacer visitas a Colombia y Brasil.
Cuatro personas murieron y cientos resultaron heridas el fin de semana, después de los choques violentos entre las fuerzas de Maduro y manifestantes que defendían a Guaidó y el ingreso de la ayuda humanitaria en las fronteras de Venezuela con Colombia y Brasil, según la ONG Foro Penal.
Maduro asegura que la ayuda humanitaria tiene fines políticos y representa el inicio de una intervención militar en Venezuela, y culpa de la crisis a las sanciones económicas supuestamente impuestas por Washington y sus aliados.
Venezuela atraviesa la peor crisis de su historia moderna, con hiperinflación y una escasez de alimentos y medicamentos que provocó el exilio de tres millones de personas desde 2017.