Los nuevos obstáculos son dos contenedores de carga, uno azul y otro naranja, que bloquean el centro del puente que conecta la ciudad colombiana de Cúcuta con la venezolana de San Antonio y que están ubicados en el centro del puente.
En uno de los laterales del viaducto, que cuenta con dos carriles y una anchura de cerca de 10 metros, han dejado abierto un pequeño espacio en un andén peatonal por el que cabe una persona.
Hasta el pasado lunes había en el centro del puente un camión cisterna que fue desmantelado por los manifestantes contrarios a Nicolás Maduro y retirado del puente.
Este martes, miembros de la Misión Robert Serra y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) limpiaron el lado venezolano del puente.
Del lado colombiano, se han ubicado funcionarios de Migración Colombia, de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), de Defensa Civil y policías, un despliegue habitual cuando el puente está abierto para controlar el paso fronterizo.
Los obstáculos son similares a los ubicados en el cercano puente de Tienditas, una moderna infraestructura sin estrenar bloqueada por dos contenedores luego de que una coalición internacional comenzara a acopiar en Cúcuta ayuda humanitaria que en un principio se preveía pudiera ingresar a Venezuela a través de ese viaducto.
Cerca del puente, en ambos lados del país, hay mucha basura e incluso maleza quemada tras los disturbios que se han producido los últimos días.
Mientras tanto, según pudo constatar Efe, muchas personas siguen cruzando la frontera de forma ilegal por las trochas cercanas al puente Simón Bolívar.
Las autoridades colombianas tenían previsto reabrir este miércoles los pasos fronterizos del país con Venezuela en el departamento de Norte de Santander, del que es capital Cúcuta, si bien contaban con restringir los pasos por los puentes porque «se mantienen obstáculos» y personas armadas del lado venezolano.
«Se ha tomado la decisión por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores y de Migración Colombia de restringir el paso por estos puntos fronterizos», afirmó el director de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, sobre esos pasos, cerrados desde el sábado pasado por los disturbios que hubo tras el intento de ingreso de ayuda humanitaria al país petrolero.
Colombia cerró la frontera por 72 horas para verificar los daños de infraestructura y garantizar a los funcionarios que se encuentran en esos puntos su integridad y seguridad por los desmanes que ocurren desde el sábado.
Precisamente, el puente Simón Bolívar fue uno de los escenarios en el que hubo más disturbios.
Allí, incluso los miembros de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) se retiraron del centro del puente donde evitaban el ingreso de manifestantes y de la ayuda e incluso alguno de ellos aprovechó el momento para desertar.