«Se hallaron 87 detonadores en la estación de autobuses privada Bastian Mawatha de Pettah», un barrio de la capital esrilanquesa situado a medio camino entre los hoteles y la iglesia donde el domingo se registraron explosiones, anunció la policía en un comunicado.
Doce detonadores estaban desperdigados por el suelo y los otros 75 en un vertedero de basura cercano, precisó.
«No se ha detenido a ningún sospechoso. La policía de Pettah continúa su investigación», prosigue el texto, refiriéndose al barrio de la capital donde se encontraron los detonadores.
Sri Lanka decretó el lunes la entrada en vigor del estado de emergencia a partir de medianoche en aras de la seguridad pública y una jornada de luto nacional para el martes.
En solo unas horas el domingo, varias bombas sembraron muerte y desolación en varios hoteles de lujo e iglesias católicas que celebraban la Pascual en varios puntos del país. Las fuerzas del orden detuvieron a 24 personas.
Las autoridades atribuyen la serie de atentados suicidas al grupo islamista local National Thowheeth Jama’ath (NTJ), que hasta el momento no los ha reivindicado.