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Grupo de Lima sesiona de urgencia por crisis venezolana

Los cancilleres del Grupo de Lima iniciaron este viernes en Lima una reunión de emergencia para evaluar la crisis en Venezuela tras el pronunciamiento cívico-militar en respaldo al líder opositor Juan Guaidó, a quien el bloque diplomático reconoce como mandatario interino.

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Fotografía: EFE

La reunión empezó en el Palacio de Torre Tagle, sede de la cancillería peruana, con la presencia de siete ministros de Asuntos Exteriores y seis viceministros de los países que integran el bloque, informó a la AFP la cancillería peruana.

Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Honduras, Panamá y Perú están representados por sus ministros. Brasil, Argentina, Guatemala, Paraguay, Santa Lucía y Guyana enviaron vicecancilleres.

En representación de Guaidó asiste el dirigente opositor Julio Borges.

«Es una situación muy confusa (…) La realidad es que la cúpula militar resistió el embate y están unidos», aseguró a la AFP una fuente diplomática del Grupo de Lima.

«Hay grietas, pero no en la cúpula militar», acotó la fuente para quien «la presión internacional vía sanciones económicas es el camino para debilitar al régimen» chavista.

La agenda está centrada en la situación en Venezuela desde que Guiadó lanzó el martes la «Operación Libertad», con la que busca que las fuerzas armadas quiten su respaldo a Nicolás Maduro para obligar su dimisión.

Siguiendo el formato de citas previas, los representantes del Grupo de Lima tendrán una videoconferencia con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, o el subsecretario de Estado adjunto de asuntos hemisféricos, así como con un alto funcionario de la Unión Europea.

La cita fue convocada de urgencia a pedido de Colombia el martes, cuando el colectivo se declaró «en sesión permanente».

El Grupo de Lima advirtió en su último comunicado «sobre la responsabilidad directa de Nicolás Maduro y de los cuerpos armados y de inteligencia al servicio de su régimen ilegítimo por el uso indiscriminado de la violencia», en la represión a las manifestaciones que se producen en Venezuela, con saldo de cuatro muertos.

Creado en enero de 2017 para impulsar la democracia por la vía pacífica en Venezuela, el Grupo de Lima también reafirmará su confianza en el liderazgo de Guaidó.

– «Negociar es la apuesta» –

«Todos los intentos de la oposición por cambiar al régimen chavista sin negociación fallan», dijo a la AFP el analista internacional Farid Kahhat, quien recordó que «no es la primera vez que la oposición intenta sacar por la fuerza a Maduro y fracasa, antes lo intentaron Henrique Capriles y Leopoldo López».

Profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú, Kahhat agregó que «llama la atención que una negociación no sea la apuesta que promueva el Grupo de Lima en momentos de Guaidó tiene a su favor el reconocimiento internacional de medio centenar de países como presidente legítimo y el apoyo incondicional de Estados Unidos».

Consideró que «apostar por un tipo de negociación tendría sentido hoy en momentos que la economía venezolana parece más la de un país en guerra. Eso crea incentivos para que un sector del mando militar busque adelanto de elecciones».

«La única forma de que el chavismo sobreviva como movimiento político es tomar distancia de Maduro», agregó, y estimó que la estrategia diplomática estadounidense en Venezuela pasa por «atizar los enfrentamientos internos y dividir el liderazgo chavista» con amenazas de intervención.

– Presión internacional –

El Grupo de Lima apuesta también por expandir la presión internacional contra Maduro a través de la OEA y de la ONU, pero la comunidad internacional está aún dividida.

El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, pidió hace dos semanas más sanciones económicas y un eventual uso de la fuerza para resolver la situación en Venezuela, un proceso que estimó «difícil».

Las medidas buscan subir la presión sobre Maduro, ante el empeoramiento de la situación económica y política en la nación sudamericana y el impacto de la emigración de más de 3 millones de venezolanos desde 2015, según la ONU.

Venezuela, sumida en una debacle económica sin precedentes en la historia reciente, vive desde enero un pulso por el poder entre el jefe parlamentario Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por más de 50 países, y Nicolás Maduro, aferrado al cargo con apoyo de los militares y de Rusia y China.

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