En estos ejercicios, en la costa oriental del país, participó el dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, según informó este domingo la agencia norcoreana KCNA.
«Tras determinar el orden y el procedimiento de ataque artillero, él dio la orden de fuego», agrega la agencia.
Las autoridades militares surcoreanas fueron las primeras que informaron de este lanzamiento desde Seúl. Primero dijeron que se trataba de un misil de corto alcance, luego de varios misiles y finalmente aclararon que fueron «proyectiles».
El lanzamiento derivó en conversaciones telefónicas entre autoridades de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón, ante la preocupación de que el régimen de Pionyang hubiera decidido reanudar el programa balístico que tenía interrumpido durante meses.
Según KCNA, los ejercicios castrenses tenían como objetivo «evaluar e inspeccionar la capacidad operativa y la precisión de cumplimiento de fuego de los lanzacohetes reactivos de grueso calibre y largo alcance y las armas tácticas teledirigidas y la eficiencia en combate de los armamentos».
Todo ello, agrega la nota de la agencia oficial, para comprobar el grado de movilización de los efectivos artilleros.
Kim, según KCNA, manifestó que las tropas participantes «manejan muy bien los modernos lanzacohetes y armas teledirigidas y son artilleros infalibles».