Los resultados de la quinta ronda de la Matriz de Seguimiento de Desplazamiento (DTM, por sus siglas en inglés) a la población venezolana en Perú, entregados por la OIM a Efe, confirmaron que esta nación se considera un «país de tránsito y de permanencia».
Sin embargo, se indicó que para los venezolanos que llegan al país por el puesto fronterizo de Tumbes, limítrofe con Ecuador y el principal punto de ingreso de estos migrantes, «Perú ha ido consolidándose como destino final».
En ese sentido, entre la ronda 1 y la ronda 5 del estudio, este indicador se incrementó en Tumbes de 65 % a 83 %, con Lima, La Libertad, Piura, Lambayeque, Ica, Áncash y Arequipa como principales regiones de destino.
De otro lado, entre los encuestados que salen del país por el puesto fronterizo de Tacna, en la frontera con Chile, se observa que el 54,3 % ha permanecido en Perú por más de 30 días.
El trabajo de campo en Tacna reveló un aumento en el flujo migratorio de la población venezolana que tiene la intención de ingresar a Chile como destino final, ya que entre la ronda 1 y la ronda 5 de la DTM este indicador subió de 71 % a 87,1 %.
La OIM señaló que se estima que hasta abril de 2019 los países de Latinoamérica y el Caribe han acogido a unos 3 millones de los 3,7 millones de personas que han dejado Venezuela.
Mientras que Colombia acoge a más de 1,1 millones de venezolanos, Perú reporta 728.120 ingresados hasta marzo de 2019 y es el país que cuenta con el mayor número de solicitantes de asilo y migrantes.
La OIM detalló que la quinta ronda de la DTM se aplicó a 1.822 venezolanos en los puntos fronterizos oficiales de entrada y salida de Perú en Tumbes y en Tacna.
El estudio buscó identificar las necesidades «más apremiantes» de los refugiados y migrantes venezolanos que ingresaron al país en febrero y marzo de 2019, así como conocer detalles como niveles de educación, experiencia laboral, ruta migratoria, documentación, y un análisis de protección.
En ese sentido, el trabajo permitió identificar tanto en Tumbes como en Tacna una mayor representación de hombres que de mujeres en el total de personas encuestadas, con un 56,56 % frente a un 43,4 %, y un 55,3 % ante un 44,7%, en cada caso.
La mayoría son adultos jóvenes en plena edad productiva, entre 18 a 29 años, una tendencia que se mantiene desde que inició el gran flujo de población venezolana hacia Perú, y el 70 % de ellos contaba con trabajo en su país.
Además, el 48,4 % de los encuestados a su ingreso al país por Tumbes señaló haber culminado en su totalidad la educación secundaria y el 19,6 % reportó haber finalizado estudios superiores.
Entre las necesidades destacadas por la población venezolana encuestada en Tumbes y en Tacna se encuentra la generación de ingreso o empleo, el acceso a alimentos y la asistencia legal.
Para el estudio del perfil de los niños y adolescentes venezolanos menores de 18 años, se desarrolló un segmento en colaboración con Unicef, que indicó que el 44 % de los menores llegó al país con ambos padres, mientras que el 27 % lo hizo con uno de ellos y el reencuentro se dará al llegar a su destino final.
Más de la mitad de estos menores encuestados no pudo inscribirse o terminar el último año escolar, siendo el grupo de 6 a 11 años el más afectado, con un 63 %.
Adicionalmente, el 37 % presentó cambios emocionales durante el trayecto migratorio, entre los que estuvieron cambios en el apetito o de hábitos alimenticios (27,7 %), dolores de cabeza (27,7 %) y llanto excesivo (25,1 %).
La OIM informó que la quinta ronda de la DTM fue financiada por la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos, y contó con la colaboración de la Unicef.