Uribe, que es senador desde 2014 por el partido Centro Democrático, llegó quince minutos antes de la hora prevista para la diligencia, que tiene carácter privado, acompañado de dos de sus abogados e ingresó al Palacio de Justicia, en el centro de Bogotá, sin dar declaraciones a la prensa.
Sin embargo, el exmandatario aseguró el lunes que nunca se imaginó que «la defensa del honor» en su «amor a Colombia, de frente y con respeto a los ciudadanos de acuerdo con la Constitución», le creara estas «dificultades judiciales».
A la diligencia también llegó el representante a la Cámara Álvaro Hernán Prada, también del Centro Democrático, acusado igualmente de participar en el presunto soborno y fraude procesal.
El caso por el que será indagado Uribe se remonta a 2012, cuando el exmandatario denunció al senador de izquierda Iván Cepeda, del Polo Democrático Alternativo, por el presunto uso de falsos testigos al acusarlo de buscar a exparamilitares en las cárceles y convencerlos para que declararan en su contra.
Según algunos de los polémicos testigos del caso, Uribe y su hermano Santiago ayudaron a fundar en los años 90 el Bloque Metro de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Uribe acusó a Cepeda pero la demanda se le convirtió en un bumerán ya que el magistrado José Luis Barceló no solo archivó el caso sino que decidió abrir una investigación al expresidente por supuesta manipulación de testigos contra el senador de izquierdas.
De esta forma Uribe es el primer expresidente que responde a un proceso penal en la Corte Suprema de Justicia.
En el Palacio de Justicia hay un fuerte despliegue policial, encabezado por el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), porque fueron convocadas unas manifestaciones en apoyo a Uribe y otras en su contra.
Los primeros recibieron al expresidente con gritos de «Uribe, Uribe, Uribe», mientras que los segundos le gritaron «No más Uribe, no más Uribe».