El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tuvo que dejar un acto en la ciudad de Ashkelón tras el lanzamiento de un proyectil desde la colindante Franja de Gaza, que interceptó el sistema antimisiles.
«Dispararon un proyectil desde la Franja de Gaza hacia territorio israelí, el sistema de defensa aérea Cúpula de Hierro lo interceptó», explicó el Ejército Israelí en un comunicado.
Las alarmas antiaéreas hicieron que se interrumpiese el acto electoral en Ashkelón, en el que Netanyahu se dirigía a sus seguidores a menos de doce horas del comienzo de las primarias de su partido, el Likud.
En los comicios de mañana el apodado ‘Bibi’ se juega su continuidad al frente de la formación derechista y el puesto de cabeza de lista en las elecciones generales del próximo marzo, que serán las primeras desde que lo acusaron por cohecho, fraude y abuso de confianza en tres casos de corrupción.
Sucedió antes
No es la primera vez que le sucede esto al mandatario, que en el pasado septiembre debió interrumpir un acto electoral en la ciudad de Ashdod y salir escoltado por decenas de agentes de seguridad también por el lanzamiento de dos cohetes desde el enclave palestino.
En aquel momento, también en campaña electoral, las imágenes del conocido como ‘Míster Seguridad’ saliendo escoltado por una alarma, fueron objeto de debate e incluso de mofa entre algunos detractores.
Hace menos de una semana se registraron dos disparos de cohetes desde Gaza, a los que el Ejército israelí reaccionó bombardeando objetivos militares del movimiento islamista Hamás, que controla de facto la franja y a quien responsabiliza de todos los ataques que procedan desde ese territorio.
Desde que se alcanzara el alto fuego del pasado 16 de noviembre, que contuvo la última escalada de violencia -con 36 gazatíes muertos, 16 de ellos milicianos y 20 civiles- se producen episodios de violencia esporádicos.
Mientras, Egipto y la ONU negocian una tregua de larga duración entre Israel y Hamás, que controla Gaza desde que se hizo con el poder en 2007, tras lo que comenzó el férreo bloqueo israelí del enclave donde viven dos millones de personas.