El régimen de Nicolás Maduro, que mantiene estrechas relaciones con Teherán, «condenó» este 3 de enero la muerte del general iraní Qasem Soleimani.
La Cancillería expresó «su firme condena al ataque» donde resultó asesinado Soleimani, jefe de la fuerza Al Quds, encargada de las operaciones exteriores de los Guardianes de la Revolución iraníes.
Soleimani murió tras el bombardeo desde un dron estadounidense en Bagdad, acción que «eleva las tensiones» en Medio Oriente.
El poderoso dirigente militar de 62 años falleció por los misiles lanzados desde un dron contra el coche en el que viajaba. Se encontraba en las inmediaciones del aeropuerto de Bagdad, capital de Irak, al momento del ataque.
La orden de matar a Soleimani partió del presidente Donald Trump después que una turba proiraní atacara la embajada de Estados Unidos en Bagdad. informó el Pentágono.
«Se trata de una acción que a todas luces eleva las tensiones en la región, sin fundamento alguno en el Derecho Internacional», reza el documento.
La Cancillería venezolana agregó además, que «lamenta las muertes causadas» y envía «condolencias» a Irán e Irak.
Irán es uno de los principales aliados internacionales de Maduro junto a Rusia, China, Cuba y Turquía.
En julio pasado, Maduro ratificó su disposición de estrechar lazos con la nación petrolera tras la visita del canciller iraní, Mohamad Javad Zarif, a Venezuela.