Hong Kong prohíbe entrada a jefe de Human Rights Watch
Hong Kong le prohibió la entrada al director de Human Rights Watch, Kenneth Roth. La acción es una represalia por el voto del Congreso estadounidense en apoyo a los manifestantes prodemocracia.
Hong Kong le prohibió la entrada al director de Human Rights Watch, denunció el domingo ese grupo de derechos humanos. La acción parece ser una represalia por la votación del Congreso estadounidense de una ley de apoyo a los manifestantes prodemocracia.
Kenneth Roth, el director ejecutivo de la organización, tenía planeado lanzar el reporte anual en Hong Kong esta semana.
“El documento dejará al descubierto los atentados del gobierno chino contra el sistema internacional de derechos humanos”, dijo Human Rights Watch en un comunicado.
La prohibición contra Roth ocurre poco después de que China el mes pasado prometió castigar a organizaciones que muestren una conducta inapropiada hacia las protestas recientes.
Entre los grupos mencionados han estado Human Rights Watch, National Endowment for Democracy y Freedom House.
El ministro de Relaciones Exteriores chino acusó a esas oenegés de apoyar a las fuerzas antichinas, y de promover actividades separatistas a favor de la independencia de Hong Kong.
En los últimos años, se prohibió la entrada a Hong Kong a numerosos profesores de universidades, investigadores, políticos y periodistas críticos con la política de Pekín en el enclave.
Roth, ciudadano estadounidense, dijo que los oficiales de inmigración en el aeropuerto le dijeron que no podía entrar, pero no ofrecieron una razón.
“La negativa de permitirme entrar a Hong Kong es un claro ejemplo del problema”, declaró Roth en el comunicado.
China lanzó el miércoles una seria advertencia al recordar que puede desplegar a su ejército en Hong Kong si las autoridades de la ciudad solicitan ayuda para mantener "el orden público" tras semanas de protestas, en algunos casos violentas.
El Estado aceptó 193 recomendaciones, desestimó 28 sobre derechos gravemente afectados y no está dispuesto a cumplir 53 que resolverían la severa crisis del país en materia de derechos humanos y democracia.
Vestía una camisa blanca y unos pantalones de color oscuro. Tenía el pelo a media melena, caminaba con decisión, cargaba dos bolsas. Cuando una columna de tanques del Ejército de Liberación Popular salía de la Plaza de Tiananmen hace hoy 30 años, se plantó en medio de la Avenida de Chang'An, la de la Larga Paz, y bloqueó su avance.
