Gran Bretaña, Francia y Alemania iniciaron el martes un proceso contemplado en el acuerdo nuclear con Irán que abre camino a posibles sanciones, en respuesta a los intentos de Teherán por revertir partes del acuerdo, según dijo el martes Josep Borrell, responsable de política exterior de la Unión Europea.
Los tres países, que firmaron el acuerdo internacional en 2015 junto con Estados Unidos, Rusia y China, informaron en una carta a Borrell, que supervisa el acuerdo, de que activarán su “mecanismo de disputa”, subiendo la presión sobre la república islámica.
Los líderes de los tres países dijeron en un comunicado que se habían quedado “sin más opción, dadas las acciones de Irán, que registrar hoy nuestra preocupación de que Irán no está cumpliendo sus compromisos”.
Las potencias europeas indicaron que derivaban “este asunto a la Comisión Conjunta sujeta al Mecanismo de Resolución de Disputas, como se estableció” en el pacto.
En un comunicado, el ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, señaló que los tres países “ya no podían dejar sin respuesta las crecientes violaciones iraníes del acuerdo nuclear”.
“Nuestro objetivo está claro: queremos conservar el acuerdo y llegar a una solución diplomática dentro del acuerdo”, añadió. “Abordaremos esto juntos con todos los socios en el acuerdo. Pedimos a Irán que participe de forma constructiva en el proceso de negociación que está comenzando”.
Borrell insistió en que la decisión no supondría la imposición automática de sanciones.
El mecanismo contempla casi dos semanas para que los ministros resuelvan cualquier problema, aunque ese periodo puede ampliarse si todas las partes están de acuerdo. Si es necesario. Una junta asesora tendría 20 días adicionales para pronunciarse.
El acuerdo nuclear pretendía persuadir a Irán para que detuviera su programa nuclear a cambio de incentivos económicos. El texto estaba malherido desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró a Estados Unidos en 2018, activando sanciones que han dañado la moribunda economía iraní. Desde entonces, Teherán ha ido reduciendo su compromiso con el acuerdo.
Después de la muerte de su general más importante en un ataque de dron estadounidense este mes, Irán anunció que ya no respetaría los límites fijados sobre el número de centrifugadoras que puede utilizar para enriquecer uranio. Teherán describió la nueva estrategia como una “medida de reparación” en línea con el acuerdo, y señaló que podría revocarse.