El mundo sigue sufriendo por la pandemia de la COVID-19. Esta semana se superaron los 20 millones de casos registrados en todo el mundo desde la aparición en diciembre del nuevo coronavirus, que transformó drásticamente la vida cotidiana de los habitantes del planeta.
Con un millón de casos adicionales registrados cada cuatro días desde mediados de julio, la batalla contra el coronavirus se recrudece. En total, 20.002.577 han contraído la enfermedad y 733.842 han fallecido, según un recuento de la AFP elaborado con cifras oficiales.
En París, los habitantes y los visitantes tienen que llevar mascarillas desde este lunes en los barrios más frecuentados de la ciudad, una medida adoptada ya en varias ciudades europeas que buscan impedir rebrotes en plena ola de calor.
Esta medida responde a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus, instó este lunes a los gobiernos y a los ciudadanos a que colaboren para «erradicar» la transmisión del nuevo coronavirus. «Muchos de ustedes están de luto, es un momento difícil para el mundo. Pero quiero ser claro, hay esperanza y (…) nunca es demasiado tarde para revertir la epidemia». Pero para ello «los dirigentes deben movilizarse para actuar y los ciudadanos deben adoptar nuevas medidas», dijo.
«Mi mensaje es claro: eliminar, eliminar, eliminar el virus. Si eliminamos el virus eficazmente, podemos abrir las empresas con toda seguridad», insistió, revisando los casos de varios países cuyos esfuerzos han dado frutos.
Por su parte, la agencia europea encargada de las enfermedades infecciosas, instó a los países a «reinstaurar algunas medidas» para prevenir un rebrote «real» de COVID-19.
«Aunque muchos países diagnostican ahora a los pacientes con casos ligeros, incluso asintomáticos, lo que aumenta el número de casos registrados, observamos un recrudecimiento real de casos en muchos países que están relacionados con la flexibilización de las medidas de distanciamiento social», asegura la agencia con sede en Estocolmo.
Italia, que había controlado la propagación, está preocupada por la situación de sus vecinos europeos. «Francia, España, Balcanes: Italia está rodeada por los contagios», alertó el lunes el diario Corriere della Sera.
La península registró el domingo dos muertos, el menor número desde el 21 de febrero. Aunque el número de casos aumenta (+463 en 24 horas), la situación parece controlada, según las autoridades.
Mientras tanto, en Alemania, decenas de miles de niños regresan al colegio en cuatro Estados. En Berlín, alumnos y profesores llevaban mascarilla, salvo en el patio de recreo.
«Genocidio» en Brasil
Brasil, el segundo país más afectado por detrás de Estados Unidos, superó los 100.000 muertos el domingo y los mensajes de solidaridad con las familias enlutadas se multiplicaron en las redes sociales junto a críticas furibundas contra el gobierno.
«Brasil está de luto. Un genocidio provocado por un gobierno de incompetentes e irresponsables», dijo Ciro Gomes, tercero en la elección presidencial de 2018 y representante del Partido Demócrata Laborista (centroizquierda).
Por su parte, Estados Unidos sigue siendo el país más castigado del mundo, con más de 163.000 muertos y cinco millones de infectados.
Más allá de la crisis sanitaria sin precedentes, la epidemia golpea la economía mundial y recrudece la fractura y las desigualdades sociales. Además, ha alterado los calendarios culturales y deportivos.
Este artículo fue publicado originalmente en The Objective.