Un cadáver que llevaba más de 30 años descomponiéndose fue encontrado en el sótano de una mansión abandonada de París tras ser comprada por 35 millones de euros (41 millones de dólares).
El cadáver llevaba más de 30 años descomponiéndose en el sótano de la casa abandonada, según los medios locales. La Policía abrió una investigación por asesinato debido a los rastros de heridas, huesos rotos y cortes con cuchillo que mostraba el cuerpo, según informa el diario The Guardian. Las fuentes policiales consultadas por el medio afirman que no está claro si murió en la mansión o si fue llevado allí por su asesino, quien muy probablemente esté muerto en la actualidad.
Los trabajadores tropezaron con el cuerpo cuando retiraron una pila de tablas y escombros en uno de los sótanos. Los documentos hallados junto a él han permitido a las autoridades identificar al hombre como Jean-Pierre Renaud, cuya muerte data de hace unos 30 años y quien no tenía un domicilio fijo, ha apuntado la Policía. Los hijos de la víctima ya han sido localizados.
El hallazgo del cadáver obligó a suspender el trabajo de restauración de la mansión, que comenzó en febrero. La vivienda había estado vacía desde la década de 1980 y contaba con una estricta orden de conservación.
La vivienda, situada en el centro de París a pocos minutos de la residencia oficial del primer ministro francés, Jean Castex, fue vendida por una empresa holandesa que la tenía en propiedad en enero. El comprador, Jean-Bernard Lafonta, la adquirió por el precio de 35,1 millones de euros, casi seis veces el precio de reserva. Los agentes inmobiliarios calificaban a la mansión como «la última propiedad verdaderamente significativa en el barrio más cotizado de la capital».
El comprador de la propiedad no ha declarado nada al respecto y se espera que la restauración de la mansión se retome después del verano.
Este artículo fue publicado originalmente en The Objective.