La red social Twitter dio este viernes marcha atrás y ya permite que los internautas compartan el artículo del diario New York Post de fuentes dudosas y crítico con el candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Joe Biden, que prohibió el miércoles.
En la tarde del viernes, varios usuarios, entre ellos políticos del Partido Republicano, publicaron el artículo sin que la empresa del pájaro azul suspendiese sus cuentas como había hecho un día antes con la de la campaña para la reelección del presidente, Donald Trump, y la de la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany.
Unas horas antes, el consejero delegado de Twitter, Jack Dorsey, dijo que eliminar el artículo fue un error y anunció un cambio en sus políticas internas para evitar que se repita.
«Bloquear directamente la URL fue un error y hemos actualizado nuestra política y su aplicación para solucionarlo. Nuestro objetivo es intentar añadir contexto, y ahora tenemos las capacidades para hacerlo», escribió el también cofundador de la compañía en su cuenta en la red social.
La decisión original de Twitter de prohibir el artículo y suspender las cuentas que lo compartiesen fue calificada directamente de censura por gran parte de los políticos y medios conservadores de EEUU y senadores republicanos ya han anunciado que llamarán a declarar a Dorsey al Congreso por este episodio.
El artículo del New York Post se basa en correos electrónicos y otros materiales digitales recuperados de un ordenador que supuestamente pertenecía al hijo de Biden, Hunter, una copia de los cuales fue facilitada al diario neoyorquino por el exalcalde de Nueva York y abogado de Trump, Rudy Giuliani.
Según estos, cuando su padre aún era vicepresidente de EEUU, Hunter Biden le presentó a un ejecutivo de la firma de gas natural ucraniana Burisma Holdings, que estaba siendo investigada por el entonces fiscal general de Ucrania, Víktor Shokin (2015-2016).
El entorno de Trump siempre ha sostenido que Joe Biden forzó la destitución de Shokin mediante una llamada telefónica con el expresidente del país Petró Poroshenko para proteger a su hijo, que asesoraba a la empresa.
Twitter decidió retirar la historia por completo al alegar que viola su política interna contra la publicación de material digital robado, dado que los contenidos del ordenador se habrían logrado sin el consentimiento de su supuesto dueño, Hunter Biden.
Facebook, por su parte, no la eliminó completamente de la plataforma, pero limitó su distribución de forma preventiva mientras sus verificadores independientes la revisan.
Para evitar que se repitan episodios como este, Twitter indicó el viernes que a partir de ahora ya no eliminará contenidos que hayan sido pirateados, salvo que sean directamente los piratas informáticos -o personas actuando de forma coordinada con estos- quienes los compartan.
En lugar de suprimir estos mensajes, desde la plataforma indicaron que añadirán contexto para ayudar a comprender a los usuarios de dónde provienen los contenidos.