La Unión Europea informó este viernes 25 de junio que destinó 177 millones de pesos chilenos (200.000 euros) para brindar ayuda humanitaria de emergencia a los refugiados, solicitantes de asilo y migrantes venezolanos en su paso por Chile.
Las actividades beneficiarán a unas 34.000 personas vulnerables, entre ellas familias con niños, menores no acompañados y separados, y mujeres que viajan solas, indicó el bloque desde Bruselas a través de un comunicado que replicó su delegación en Chile.
Las operaciones humanitarias se desarrollarán principalmente en el norte del país, en la triple-frontera andina (Bolivia, Perú y Chile), zona que pese a sus duras condiciones climáticas ha sido transitada este año por millares de extranjeros, principalmente venezolanos.
En esa región existen áreas que se encuentran a unos 3.600 metros de altura y donde las temperaturas pueden bajar a -8°C y, en general, «es uno de los lugares más inhóspitos del planeta en el cual la presencia de actores humanitarios es mínima o casi inexistente», expresó la UE.
De hecho, este jueves un grupo de 27 personas, entre ellos dos niños, tuvo que ser rescatado tras quedarse atrapado durante horas en medio de una ventisca de nieve en la agreste cordillera de Antofagasta, en el norte de Chile.
La respuesta humanitaria de la UE tendrá una duración de seis meses y «responderá a las necesidades humanitarias más urgentes en términos de protección e información, atención médica primaria, primer auxilio psicológico, acceso a agua segura y saneamiento».
Todo ello «para mitigar los riesgos vinculados con las condiciones climáticas extremas, separaciones familiares, violencia de género y explotación sexual» a los que se exponen los caminantes venezolanos al ingresar a territorio chileno por pasos fronterizos irregulares, continua el documento.
Según datos de la UE, Chile es el tercer país de acogida de desplazados forzados venezolanos en América Latina y en octubre de 2020 las autoridades registraron un promedio de 200 entradas diarias a través de la norteña ciudad fronteriza de Colchane, una pequeña comuna de 1.728 habitantes.
Sin embargo, en el 2021 el ingreso por este paso ha crecido de manera exponencial llegando a una estimación de 500 personas por día y alcanzando un pico en la primera semana de febrero, cuando 1.600 personas ingresaron de manera irregular, consignó la UE.
Esto generó un «estrés sustancial» en los residentes y autoridades de Colchane y de la región «debido a la falta de preparación de las infraestructuras y de los servicios para atender a la sobrepoblación, además en contexto de pandemia covid-19».
Los fondos han sido movilizados por la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europeas y serán implementados por la Cruz Roja chilena y la Federación Internacional de Cruz Roja y la Medialuna Roja (FICR).