¿Trabajadores humanitarios o abusadores sexuales? El escándalo salpica a la ONU
Unicef, OMS y otras agencias internacionales admiten casos de abuso sexual perpetrado por sus funcionarios en la República Democrática del Congo. Una ONG documentó 51 mujeres y niñas víctimas de estos hechos. Las agencias aseguran que están investigando. la Unión Europea retiró el financiamiento a Unicef en el Congo
No es hora de callar. En los últimos años, se han conocido escándalos de deplorables abusos sexuales por parte de personas respetadas en su comunidad. Sacerdotes, entrenadores deportivos, intelectuales y, ahora, trabajadores humanitarios.
Agencias de las Naciones Unidas están implicadas en el escándalo. El caso más notorio es el de un trabajador de Unicef (la agencia de la ONU para protección de la infancia) que también había trabajado para la Organización Mundial de la Salud, también afiliada a la ONU. Pero no es el único.
Según una investigación hecha por la ONG The New Humanitarian hace un año, al menos 50 mujeres y niñas sufrieron abusos «por parte de trabajadores humanitarios en su mayoría de la OMS, aunque también había empleados de otras agencias de la ONU y de ONG». Si quiere leer el informe completo, en inglés, puede hacer clic aquí.
Esto obligó a la OMS a indagar. Descubrieron que «por lo menos 21 de sus empleados» eran «sospechosos» de haber cometido abuso sexual en la República Democrática del Congo (RDC) durante el brote de ébola, entre 2018 y 2020. Y eso es tan solo en un país.
El 2 de octubre, el presidente de la RDC Félix Tshisekedi, expresó su «indignación» y pidió una «colaboración franca» entre las instancias internacionales. El 29 de ese mes, la Unión Europea retiró su financiamiento a los programas de la OMS en la misma RDC.
Hoy, 2 de noviembre, el portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en el país, James Elder, admitió que «un exempleado» es «sospechoso» de estar implicado en el «escándalo de abusos sexuales» develado hace un año.
Una investigación conjunta entre la Unicef y la OMS develó al perpetrador, al que no identificaron, aunque aseguraron que «ya no trabaja para la Unicef». Tampoco señalaron más sospechosos, a pesar de que su propia investigacion habla de 21 posibles abusadores.
La investigación de The New Humanitarian
La ONG entrevistó a muchas mujeres, de las cuales 51 admitieron haber sido víctimas de abuso por parte de personas identificadas como «trabajadores internacionales».
Las mujeres afirmaron que los hombres «les habían hecho proposiciones, las habían obligado a tener relaciones sexuales a cambio de un trabajo o habían rescindido sus contratos cuando se negaron». A ellas las emboscaron con bebidas y a otras en los mismos hospitales o en las oficinas de las agencias internacionales.
Al menos dos mujeres quedaron embarazadas como consecuencia de ese forzamiento sexual.
«El número y la similitud de muchos de los relatos de mujeres en la ciudad oriental de Beni sugieren que la práctica estaba muy extendida», es una de las conclusiones a las que llegó The New Humanitarian.
La mayoría de las mujeres eran cocineras, limpiadoras o trabajadoras comunitarias. También se identificó a una víctima que era paciente psicológica y sobreviviente de ébola.
Dice The New Humanitarian que la OMS, al ser interpelada en un principio sobre esto, respondió que estaba revisando un «pequeño número» de informes de abuso o explotación sexual en el Congo. No dio más detalles.
La presión de la Unión Europea y del presidente de la RDC provocaron una mayor investigación y pronunciamiento por parte de las agencias internacionales.
En su rueda de prensa del lunes 1 de noviembre, Elder aseguró que «en los últimos tres años», Unicef aumentó los esfuerzos para prevenir la explotación sexual, con medidas como la creación de canales donde las víctimas puedan denunciar abusos.
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