Talibanes llegan a Oslo para "cambiar la atmósfera bélica"
Aunque hasta ahora ningún país ha reconocido al gobierno talibán, el domingo se iniciarán en Noruega conversaciones entre los nuevos dirigentes de Afganistán y diplomáticos occidentales
Aunque hasta ahora ningún país ha reconocido al gobierno talibán, el domingo se iniciarán en Noruega conversaciones entre los nuevos dirigentes de Afganistán y diplomáticos occidentales
Una delegación de talibanes llegó hoy sábado 22 de enero a Oslo para iniciar conversaciones con diplomáticos occidentales y representantes de la sociedad civil afgana. Según un portavoz del gobierno islamista, asisten porque ayudará a cambiar la «atmósfera bélica» en el país.
Según imágenes del diario Verdens Gang (VG), un avión fletado por el gobierno noruego aterrizó por la tarde en el aeropuerto internacional de la capital del país escandinavo con quince representantes del gobierno afgano.
Aunque hasta ahora ningún país ha reconocido al gobierno talibán, el domingo se iniciarán en Oslo (Noruega) conversaciones entre los nuevos dirigentes de Afganistán y diplomáticos occidentales.
«El Emirato Islámico [nombre dado por los talibanes a su régimen] ha dado pasos para satisfacer las demandas del mundo occidental. Esperamos reforzar las relaciones diplomáticas con todos los países», declaró el sábado a la AFP el principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid.
Los talibanes, en el poder desde agosto tras su rápida conquista del país, quieren «cambiar la atmósfera bélica (…) por una situación pacífica», añadió.
La delegación de los talibanes tiene previsto reunirse con las autoridades noruegas y con representantes de otros países aliados, como Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y la Unión Europea.
Las conversaciones se centrarán en el respeto de los derechos humanos, especialmente los de las mujeres. Esta es una condición impuesta para una eventual restauración de las ayudas internacionales que financiaban el 80% del presupuesto de Afganistán, sumido en una profunda crisis humanitaria.
Los talibanes no han respetado los derechos de las mujeres y más bien las han sumido en un pozo de reiteradas violaciones y escasa calidad de vida.
Las conversaciones, que se prolongarán hasta el martes, «no constituyen una legitimación o reconocimiento de los talibanes», insistió el viernes la ministra noruega de Relaciones Exteriores, Anniken Huitfeldt.
«Pero tenemos que hablar con las autoridades que dirigen de facto el país. No podemos dejar que la situación política conduzca a un desastre humanitario aún mayor», dijo.
Desde agosto, la ayuda internacional se detuvo repentinamente y Estados Unidos también congeló 9.500 millones de dólares en activos del banco central afgano.
El desempleo se ha disparado. Los funcionarios llevan meses sin cobrar sus sueldos en un país ya asolado por una grave sequía. Según la ONU, la hambruna amenaza a 23 millones de afganos, el 55% de la población.
La delegación de los talibanes, integrada por 15 representantes, compuesta únicamente por hombres y dirigida por el ministro de Exteriores Amir Khan Mutaqqi, dejó este sábado Kabul a bordo de un avión fletado por el gobierno noruego, precisó en Twitter un portavoz talibán.
Estas negociaciones fueron condenadas por el Frente Nacional de Resistencia (FNR), un grupo de oposición que sigue resistiendo en Afganistán a los fundamentalistas islamistas.
Las conversaciones pueden «normalizar a un grupo terrorista y convertirlo en representante de Afganistán», tuiteó el viernes Ali Maisam Nazary, delegado de Asuntos Exteriores del FNR.