Los líos jurídicos de la senadora electa Piedad Córdoba, de la coalición izquierdista colombiana Pacto Histórico, volvieron este miércoles 20 de abril a empañar la campaña de Gustavo Petro, quien pidió a la también excongresista «suspender todas sus actividades dentro de la campaña».
«Solicito a Piedad Córdoba suspender todas sus actividades dentro de la campaña, hasta que pueda resolver, ojalá, favorablemente, las sindicaciones jurídicas que se le hacen», aseguró en Twitter Petro, favorito en las encuestas de intención de voto.
Según reveló este miércoles la revista Cambio, Córdoba «habría sostenido conversaciones con tres (presos) extraditables sobre lo que, según ella, constituye la necesidad de apoyar la campaña» de Petro.
Fuentes de inteligencia citadas por ese medio señalan que las reuniones fueron con José Leonardo Muñoz Martínez, alias «Douglas» y antiguo jefe de la Oficina de Envigado; Juan José Valencia, alias «Andrea» y parte del brazo financiero del Clan del Golfo, y John Freddy Zapata, alias «Messi» y que hace parte de esta banda criminal, la mayor del país.
Córdoba, que ya había sido senadora entre 1994 y 2010, ha estado en el ojo del huracán luego de que en febrero se conociera, en una investigación de Noticias Caracol, una declaración ante la Fiscalía de Andrés Vásquez, exasesor de la congresista electa.
En ella, el hombre aseguró que hace unos 15 años la política «habría capitalizado políticamente la entrega de secuestrados hasta el punto de conseguir que las liberaciones de Íngrid Betancourt y de los tres contratistas estadounidenses se retrasaran».
Según esa versión, Córdoba quería darle el mérito de la liberación de secuestrados al entonces presidente venezolano, Hugo Chávez, para que a su vez, este la «catapultara» a la Presidencia colombiana.
Córdoba también ha sido acusada de tener vínculos con el supuesto testaferro del presidente venezolano Nicolás Maduro, Álex Saab, quien está detenido y con el que ella habría viajado y hecho negocios, como algunos sectores políticos denuncian.
Reacción de los candidatos
Ante lo ocurrido con Córdoba, los contendientes de Petro lo han criticado porque consideran que lo ocurrido con la exsenadora se sabía desde «hace meses».
«El país no se le puede entregar ni a los corruptos, ni a los violentos, ni a los narcos. Señora Piedad Córdoba, señor Gustavo Petro, aclárenle al país si se reunió la señora Piedad Córdoba con alias ‘Gordo Lindo’, con alias ‘Douglas'», expresó el candidato Federico ‘Fico’ Gutiérrez, de la derechista coalición Equipo por Colombia, a periodistas en Bogotá.
Por su parte, el aspirante de la Coalición Centro Esperanza, Sergio Fajardo, señaló en Twitter: «Lo de Piedad Córdoba se sabía desde hace varios meses y Gustavo Petro decidió mantenerla en la lista cerrada del Pacto Histórico al Senado. No es la primera vez que Petro se demora en rechazar apoyos polémicos, como bien lo deben recordar Iván y Samuel Moreno».
Petro de polémica en polémica
Precisamente Petro también ha estado en el centro de la polémica por cuenta de las reuniones que tuvo su hermano Juan Fernando Petro con el condenado exsenador Iván Moreno en una prisión de Bogotá donde cumple una pena de 14 años por corrupción y que el aspirante presidencial justificó con una propuesta de «perdón social».
Petro aseguró esta semana en una entrevista con la emisora W Radio que su hermano Juan Fernando se reunió en la cárcel con Moreno, que «no es narco, no es parapolítico, es corrupto o fue corrupto».
«Él, Iván Moreno, está en un proceso muy interesante desde el punto de vista personal (…), pero lo que él nos ha sugerido es ser constructor de algo que yo he propuesto que se llama el ‘perdón social'», expresó el candidato izquierdista, que hoy es senador y fue alcalde de Bogotá entre 2012 y 2015.
Tras la tormenta desatada por sus declaraciones, Petro reculó el miércoles y aseguró en Twitter que el «perdón social» no significa «que los corruptos salen de la cárcel o se les rebaja las penas».
«Al contrario. El perdón social implica que todos los corruptos vayan a la cárcel sin excepción y paguen sus penas. La corrupción es la ruptura del perdón», expresó y agregó que él no mandó a nadie a hablar con Moreno.
En esa línea explicó que su hermano hace parte de la ONG «Comisión Intereclesial de Justicia y Paz desde hace años» y que su visita a la cárcel fue parte de su trabajo en ese organismo.