Internacionales

Lula se restea en defensa de Maduro y le ofrece apoyo incondicional de Brasil

"Cada país es soberano para decidir su modelo político", dijo Lula, criticado por afirmar que respecto a Venezuela y Nicolás Maduro hay "una narrativa", no violaciones a los derechos humanos ni atentados contra la democracia.

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Lula arropa a maduro en Brasilia

El presidente de Brasil, criticado por medios y políticos brasileños y venezolanos por su apoyo incondicional al régimen que encabeza Nicolás Maduro, reiteró este martes sus palabras, y pidió respeto para Venezuela.

«Siempre defendí la idea de que cada país es soberano para decidir su modelo político, sus cosas internas. La misma exigencia que el mundo le hace a Venezuela, no la hace para Arabia Saudita. Eso es muy extraño. Yo quiero que Venezuela sea respetada. Esos quiero para Brasil y el mundo entero», declaró Lula a periodistas en una comparecencia ante la prensa después de la cubre de presidentes que organizó este martes en Brasilia.

Lula afirma que el caso de Venezuela es parte de una «narrativa» internacional y le pidió a Maduro que la contrarreste.

Hoy ahondó en la defensa del heredero de Hugo Chávez, el difunto militar amigo de Brasil y del propio Lula.

«Maduro forma parte de este continente nuestro. Hubo mucho respeto con la participación de Maduro. Nadie está obligado a coincidir con nadie», respondió el presidente a periodistas cuando le preguntaron acerca de las posiciones de sus colegas de Chile y Uruguay, que a su vez denunciaron las violaciones a los derechos humanos bajo el régimen de Maduro.

«Yo dije que aquí no fue convocada una reunión de amigos de Lula. Fue convocada una reunión de presidentes para construir un organismo de esos países», dijo al afirmar que no sabe que periódicos leyeron los dos presidentes que no estuvieron de acuerdo con el gobierno de Maduro.

Los presidentes de Chile, Gabriel Boric, y de Uruguay, Luis Lacalle Pou, rebatieron las palabras de Lula y denunciaron violaciones a los derechos humanos en Venezuela.

Regreso al pasado

Luiz Inácio Lula da Silva ya había expresado este lunes su respaldo absoluto e incondicional al régimen de Nicolás Maduro y se erigió como abanderado de la defensa internacional del discurso chavista, a la vez que el heredero de Hugo Chávez le ofreció a las empresas brasileñas «todas las garantías» para que inviertan en Venezuela y ofreció otra vez venderle electricidad al estado de Roraima, pese a que Venezuela sufre un déficit crónico de energía y constantes apagones.

«Pienso que esta nueva etapa que estamos iniciando ahora no va a superar todos los obstáculos que usted ha sufrido durante estos años”, dijo Lula en su discurso mientras miraba a Maduro en una comparecencia ante los medios después de una reunión bilateral.

Maduro llegó a Brasilia en la noche del domingo para cumplir una visita oficial horas antes de una cumbre de presidentes de la América del Sur convocada por Lula para reimpulsar la integración regional.

“Luché muchocon compañeros socialdemócratas europeos, con gobiernos, con personas de los Estados Unidos. Creo que es la cosa más absurda del mundo, para quienes defienden la democracia, negar que usted es el presidente de Venezuela, habiendo sido elegido por el pueblo. Y un ciudadano que fue electo para ser diputado, ser reconocido como presidente”, dijo Lula.

Aludió a Juan Guiadó, el diputado presidente de la hoy extinta Asamblea Nacional electa en 2015 que fue reconocido por Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil, Canadá, otros países americanos y en total porunas 60 democracia de corteoccidental, como «presidente interino» de Venezuela hasta tanto hubiera elecciones libres, transparentes, en igualdad de condiciones para la oposición y con escrutinio internacional.

«El prejuicio todavía continúa. El prejuicio contra Venezuela es muy grande. Cuántas críticas sufrí yo aquí durante la campaña electoral por ser amigo de Venezuela. Eran discursos y más discursos, los adversarios decían ‘Si Lula gana las elecciones, Brasil se va a convertir en una Venezuela, una Argentina, una Cuba’, cuando nuestro sueño era que Brasil fuera el propio Brasil, mejor», dijo Lula, citado por medios locales brasileños, como G1, de la poderosa cadena privada Red O Globo.

«Creo que le corresponde a Venezuela mostrar su narrativa, para que pueda efectivamente hacer que las personas cambien de opinión. Es necesario que usted construya su narrativa y por todo lo que conversamos creo que su narrativa a ser mejor que la que ellos están contando sobre usted», dijo Lula.

Maduro inició un nuevo mandato en enero de 2019, tras unas elecciones llevadas a cabo en 2018 fuera de los plazos constitucionales, convocadas por una Asamblea Constituyente creada por el mandatario para terminar de liquidar los poderes constitucionales de la Asamblea Nacional (Congreso) donde la oposición era mayoría.

En esas elecciones de mayo de 2018 los principales partidos opositoresy sus líderes históricos tenían prohibido participar, tras engorrosos procesos deinhabilitación auspiciados pororganismos del Estado controladospor Maduro y la alta cúpula chavista.

Muchos líderes opositores, diputados, dirigentes vecinales, estudiantes y ciudadanos comunes han sido perseguidos, encarcelados o enviados al exilio. En Venezuela no existen grandes coberturas periodísticas en medios de comunicación en radio, prensa escrita y TV, ni acceso a información que debería ser pública, incluyendo la data sobre el desempeño de la economía.

De este modo la formación de opinión pública en Venezuela depende básicamente del acceso que pueda tener la gente común a medios digitales y a las redes sociales, aunque el internet es uno de los peores del mundo.

Mientras tanto, en radio y TV los canales públicos de propaganda, imponen la hegemonía comunicacional ejercida por el régimen chavista y predominan la censura y la autocensura.

Los medios privados de radio y TV están obligados a repetir mensajes del chavismo.

«Es inexplicable que un país tenga 900 sanciones porque otro país no gusta de él», dijo Lula respecto a la batería de sanciones impuestas por los gobiernos de Estados Unidos y algunos países europeos contra los jerarcas del régimen chavista, a quienes acusan de atentados contra la democracia, violaciones a los derechos humanos, presuntos crímenes de lesa humanidad, corrupción y en algunos casos particulares hasta narcotráfico.

La sanciones se han extendió a la estatal Petróleos de Venezuela y a la República, lo que dificulta por ejemplo refinanciar la deuda pública externa, o recuperar los volúmenes de producción de Pdvsa, hundidos antes de las sanciones por escándalos de corrupción (denunciados hasta por figuras del chavismo) y malos manejos gerenciales.

«Creo que está en sus manos, compañero, construir su narrativa y voltear ese juego para que Venezuela pueda volver a ser un pueblo soberano, donde solamente el pueblo, a través de la votación libre, diga quien va a gobernar el país. Es eso lo que hay que decir. Y nuestros adversarios van a tener que pedir disculpas por los estragos que le hicieron a Venezuela», remató Lula.

El resultado de las elecciones legislativas de 2015, que le dieron mayoría absoluta a la oposición nunca fueron aceptados por el régimen que encabeza Maduro desde la muerte de Hugo Chávez, anunciada a comienzos de 2013. Esto agravó una crisis política que dura hasta hoy y que según algunos analistas tendrá en 2024 una fecha crucial con las nuevas elecciones presidenciales.

Paradójicamente, aunque el chavismo en minoría y Maduro tiene un enorme rechazo, el heredero de Chávez volvería a ser electo, pues la oposición está dividida, fragmentada y enfrentada entre sí, lo que la hace incapaz de presentar un candidato único. Su prueba de fuego será en octubre, en unas elecciones primarias que podrían abrir nuevas alternativas al país para una salida pacífica, constitucional y democrática a esta crisis que afecta la vida diaria de millones de venezolanos y ha desatado una de las peores crisis migratorias del mundo, con más de siete millones de personas que han abandonado el país en la era Maduro.

Ni la constituyente (formada sin que antes mediara un referendo para aprobar su creación y que nunca llegó a redactar ni un artículo de una nueva constitución) ni ese segundo mandato de Maduro eran reconocido por los principales gobiernos de Europa y América.

Pero ese bloque opositor internacional se ha ido diluyendo mientras Maduro ha consolidado su poderpolítico dentro de Venezuela. Y gracias a aliados como Lula, al colombiano Gustavo Petro, el argentino Alberto Fernández, o el español Pedro Sánchez, el turco Recep Erdogan y el ruso Vladimir Putin ha logrado recuperar terreno internacional además de apoyo político, financiero y militar.

Maduro es el invitado especial de Lula da Silva a una reunión de presidentes suramericanos convocada para este martes en Brasilia, con el manifiesto propósito de relanzar la integración regional.

En busca de inversiones

En su intervención tras la declaración bilateral, Maduro afirmó que la economía venezolana se está recuperando. Citó pronósticos del FMI y del Banco Mundial que prevén que «Venezuela va a acrecer cinco por ciento, yo aspiro a que sea más».

Prometió «muy pronto» reconectar la represa venezolana de El Guri con el estado de Roraima (norte de Brasil).

«Hemos conversado con el presidente y le hemos dicho que Venezuela está preparada para reconstruir la cooperación eléctrica», con el estado de Roraima. Tenemos una oferta de 120 megavatios lista, que lo que amerita es una inversión básica de unos cuatro a cinco millones de dólares, en función de reconstruir las líneas de transmisión. Si lográramos con eficiencia que eso ocurriera, nosotros pudiéramos estar muy pronto volviendo a reconectar el Guri con el estado de Roraima», dijo.

Roraima es el único estado de Brasil que no está en el Sistema Interconectado de Electricidad de Brasil y su consumo de costosas plantas termoeléctricas que trabajan con diésel. Desde 2001 tenía electricidad enviada desde El Guri, en la Guayana venezolana , gracias a un acuerdo firmado por el ex presidente Rafael Caldera y su homólogo Fernando Henrique Cardoso.

Pero ese suministro se detuvo en 2019, en el pico de la grave crisis eléctrica de Venezuela, cuando ocurrieron varios apagones nacionales. Para Roraima, la electricidad venezolana resultaba un 72% más barata que la brasileña, según expertos citados por medios locales, como G1 Roraima.

Ya entre 2017 y 2018 eran frecuentes los cortes de electricidad en Roraima, por las fallas en generación y en las líneas de transmisión desde Venezuela.

Según datos del Sistema Interconectado Nacional de Brasil en 2017 fueron 34 apagones en ese estado, y 61 en los primeros nueve meses de 2018.

«Es un compromiso que asumo frente a tí y espero la cooperación, la inversion y el apoyo de los empresarios brasileños que quieren entrar en el tema», dijo Maduro.

Guri es el principal proveedor de electricidad en Venezuela. La hidroeléctrica, tras años de abandono, desinversión y corrupción trabaja por debajo de su capacidad instalada. Venezuela además atraviesa una severa crisis energética con racionamientos y cortes diarios no programados en el servicio eléctrico en ciudades y campos.

Lula dijo que si Maduro se lo solicita, propondrá los demás países aliados del grupo de potencias Bric el ingreso de Venezuela a este bloque formado por China, Rusia, Brasil, India y África del Sur).

«Si nos preguntan, a Venezuela, ¿Ustedes aspiran ser aceptados por los BRICS? La respuesta es ¡Sí! Venezuela quisiera ser parte de los BRICS, de manera modesta», respondió Maduro.

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