Cada año se sacrifican cerca de 60 millones de visones para la industria de la peletería. La mayor cantidad de granjas está en China y Europa. Como si fuera poco, ahora los afecta una nueva mutación de coronavirus, lo que está obligando a los gobiernos a matarlos prematuramente
Los visones tienen un destino trágico ineludible: morir para abrigar a otros. Enormes granjas, casi todas en países bálticos, los crían en cantidades millonarias para luego sacrificarlos, deshollarlos y luego exportar su piel para transformarla en lujosos abrigos, gorros o estolas.
Como si esto no fuera suficiente, el virus del Sars-CoV-2 también se ha ensañado con ellos, forzando a los gobiernos y criadores a sacrificarlos prematuramente. De paso, ha sacado de nuevo a la luz las condiciones en las que «viven», aglomerados en granjas hasta que les llegue la hora del matadero.
Cada año no pandémico se crían y se matan alrededor de 60 millones de visones, según la ONG Humane Society International. En este 2020, las autoridades sanitarias detectaron que los visones son difusores de una nueva mutación de coronavirus, llamada Cluster 5, y la contagian a los humanos. Por ello, ya empezaron a sacrificarlos.
El mayor número de crías de visones se encuentra en China, (20,7 millones), Dinamarca (17,6 millones), Polonia (5 millones), Holanda (4,5 millones), Estados Unidos (3,1 millones), Finlandia (1,85 millones), Canadá (1,7 millones) y Lituania y Grecia (1,2 millones).
La Organización Mundial de la Salud notificó hoy, 7 de noviembre, que seis países notificaron casos de covid-19 en granjas de visones. Son Dinamarca, Holanda, España, Suecia, Italia y Estados Unidos. China no ha dicho nada pero eso no significa que no tengan virus en sus criaderos. Recordemos que el Sars-Cov-2 apareció en ese país entre octubre y noviembre y su gobierno apenas lo notificó formalmente el 31 de diciembre.
Durante los últimos 20 años, la causa protectora de animales ha logrado grandes avances. Varios estados europeos están prohibiendo, de forma progresiva, la cría de animales de peletería. De hecho, Holanda, anteriormente uno de los más grandes criadores de visones, tiene previsto poner fin a esa industria en 2024. Puede que el coronavirus incluso adelante esta fecha.
Se necesitan muchos visones, que son criaturas de pequeño tamaño, para hacer un solo abrigo. Son animalitos que, en promedio, apenas pesan un kilo y miden 62 centímetros.
La cría de visones era una actividad originalmente báltica. Polonia, Dinamarca y Finlandia eran, tradicionalmente, los mayores productores del mundo. Luego entraron al mercado otros países como China, Estados Unidos, Canadá y algunos europeos.
Según declaró Humane Society International a AFP, China, Dinamarca, Finlandia y Polonia son los mayores productores de pieles del mundo.
Según Humane Society International, en todo el mundo se crían unos 60,5 millones de visones.
No solo las naciones con más granjas de visones deberán sacrificarlos. De hecho, países con muy poca producción ya comenzaron a hacerlo. España fue de los primeros. En Aragón mataron a 100.000 animalitos en julio, porque en la granja en la que estaban 90 % de ellos estaban infectados con el virus.
Dinamarca acaba de anunciar el sacrificio de la totalidad de los visones que se crían actualmente en su territorio. Son portadores de una mutación de covid-19, llamada Cluster 5, ya transmitida a 12 personas y que amenaza la eficacia de una futura vacuna.
Holanda, que durante mucho tiempo fue uno de los principales productores de visones del mundo, adoptó medidas similares este verano.
También ordenaron el cierre definitivo de todas las granjas de visón a partir de 2021 para evitar que el sector se convirtiera en un nido de infecciones con covid-19. Eso precipita el fin de esa industria que se había pensado para 2024.
Francia anunció, por las mismas razones de Dinamarca, el exterminio de 15 millones de visones.
El sacrificio de millones de visones no significa que su pelaje acabe comercializándose en el sector, que en total pesa alrededor de 30.000 millones de dólares en el mundo. Esto incluye producción y confección.
En Dinamarca, la mayor parte de las pieles serán destruidas. El gobierno ha previsto compensar las pérdidas, en un país donde 53% de las exportaciones se destinaron a China en 2019.
Por ahora, Dinamarca solo permitirá la venta de pieles a granjas no contaminadas y alejadas de las que sí lo están.
