La década de 2010 a 2019 fue la más caliente jamás observada, alertó el miércoles la ONU, lo que confirma el inexorable calentamiento climático de la Tierra, caracterizado por el crecimiento de los fenómenos meteorológicos extremos.
«Desgraciadamente, esperamos ver muchos fenómenos meteorológicos extremos en 2020 y en las décadas por venir, alimentados por niveles récord de gas con efecto invernadero que retienen el calor en la atmósfera», subrayó el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas, en un comunicado.
La Organización Metereológica Mundial añadió que sus análisis confirman la información suministrada por el monitor climático de la Unión Europea la semana pasada, que muestra que el año pasado fue el segundo más caluroso, después de 2016.
No hay buenos augurios para 2020.
«El año 2020 comenzó ahí donde 2019 terminó, con acontecimientos meteorológicos y climáticos de fuerte impacto», como en Australia, que experimentó en 2019 su año más caliente y más seco nunca registrado.
«Este calor récord preparó el terreno a inmensos incendios que fueron muy devastadores en la gran isla continente», señaló.
Estos incendios monstruosos causaron la muerte de 28 personas según el balance oficial, destruyeron más de 2.000 casas y quemaron una zona de 100.000 kilómetros cuadrados, más grande que la superficie de Corea del Sur, y perturbaron las calificaciones del Abierto de Australia.
Globalmente, las temperaturas medias de estos cinco y diez últimos fueron las más elevadas nunca registradas.
Cada década más caliente que la anterior
Desde 1980, cada década fue más caliente que la anterior, según la Organización Metereológica Mundial, para la que la tendencia continuará.
Según la agencia especializada de la ONU, la temperatura mundial anual en 2019 superó en 1,1°C el promedio registrado en la época preindustrial (1850-1900).
«Según la trayectoria actual de las emisiones de dióxido de carbono, nos dirigimos hacia un aumento de la temperatura de 3 a 5 grados Celsius de aquí al fin de siglo», advirtió Taalas.
«Lo que pasa no es un increíble azar relacionado a un fenómeno meteorológico cualquiera: sabemos que las tendencias a largo plazo están determinadas por los niveles crecientes de gas con efecto invernadero en la atmósfera», señaló Gavin Schmidt del centro espacial Goddard de la Nasa, quien a suministró datos para el estudio.
Datos de la Agencia oceánica y atmosférica estadounidense NOAA revelan también que el Ártico y el Antártico registraron en 2019 su segunda superficie más reducida hasta la fecha.
Acuerdo desechado
El Acuerdo de París de 2015 busca limitar este calentamiento a +2°C o +1,5°C, pero inclusive si los cerca de 200 países firmantes respetan sus compromisos de reducción de gas con efecto invernadero, el calentamiento podría superar los 3°C.
Los científicos ya demostraron que cada medio grado suplementario aumenta la intensidad y/o la frecuencia de las canículas, tempestades, sequías, o inundaciones.
Pese a esta constatación, la conferencia climática de la ONU (COP25), celebrada en diciembre en Madrid, no estuvo a la altura de la urgencia climática, una ocasión perdida según el secretario general de la ONU Antonio Guterres, quien reclama más ambición en la lucha contra el calentamiento.
Este calentamiento climático preocupa a la ONU pues las temperaturas récord no son el único problema al que se enfrenta la comunidad internacional.
Derretimiento de glaciares, niveles marítimos récord, acidificación y aumento del calor de los océanos, condiciones meteorológicas extremas… son algunos de los fenómenos que caracterizaron a década pasada, según la OMM.