Migración

¿Se han beneficiado los migrantes con el restablecimiento de las relaciones entre Colombia y Venezuela?

La reapertura de la frontera y de las sedes consulares han sido un paso al frente que ha beneficiado a la migración venezolana en Colombia, aunque expertos indican que su impacto no ha sido el necesario hasta ahora | Por Andrés Cañizález y Miguel Ángel Valladares

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El triunfo de Gustavo Petro en las elecciones presidenciales colombianas impactó directamente en las relaciones entre su país y Venezuela. Con casi 3 millones de venezolanos en su territorio, la frontera se abrió al igual que las sedes consulares. ¿Qué beneficio ha traído a esa población?

Mairene Tobón Ospino es investigadora de la Universidad de Los Andes en Bogotá, desde allí se ha dedicado a estudiar a una migración venezolana que cada vez es más numerosa en Colombia. Desde su perspectiva hace falta mucho para que la misma tenga un beneficio luego de la restitución de la relación bilateral.

“Con el cambio de gobierno en Colombia vimos un viraje importante en las relaciones diplomáticas entre ambas naciones. Se dieron medidas de impacto como la reapertura de la frontera luego de 6 años, por lo que de una forma se terminó el negocio con los migrantes y las trochas. Pero la administración Petro ha tenido una narrativa de que Venezuela se está arreglando y que ha habido un retorno voluntario de venezolanos”, dijo Tobón en una entrevista con la iniciativa @migramonitor.

Según la investigadora, esa voluntad de retorno esgrimida por el gobierno de Petro tiene otra connotación y es que sí ha habido casos de migrantes retornados, pero no porque la crisis se esté solucionando sino porque se han profundizados las condiciones de vulnerabilidad que estas personas tenían en Colombia y otros países del sur.

Beneficio poco visible

El restablecimiento de las relaciones entre ambos países trajo un impacto inmediato, se abrió la frontera, así como los consulados, pero como lo afirma Tobón Ospino, el beneficio no ha sido el requerido porque la demanda supera a la oferta.

“El beneficio de la apertura de los consulados ha sido poco visible porque la población venezolana se encuentra esparcida por todo el país y el número de sedes consulares es limitado. Afortunadamente Colombia ha evitado, por ejemplo, que niños migrantes sean apátridas al reconocerles la nacionalidad, pero hay muchos otros temas que hay que abordar, como el de los pasaportes. Cualquier proceso de regularización está atado al pasaporte”.

El proceso de movilidad de venezolanos en Colombia no ha parado. De hecho, reportes de agencias internacionales han colocado a los venezolanos como la nacionalidad con más personas cruzando el Tapón del Darién.

“Las personas siguen llegando y necesitan moverse tanto dentro como fuera de Colombia. Eso ha motivado a procesos de movilidad humana como los que vemos en el Darién, ya que muchos al no tener una visa toman la única alternativa que tiene la migración irregular, cruzar esa peligrosa selva y nosotros les decimos que arriesgar su vida y su integridad no es la mejor manera de migrar”.

Desafíos de una relación que se reconstruye

Colombia y Venezuela han tenido, a lo largo de la historia, una pujante relación económica hasta que la crisis impactó de llenó la economía venezolana. Aunque esa relación se restableció, los pasos para generar números de otros años son todavía cortos.

“El principal desafío es el económico y esa es la expectativa que tienen los ciudadanos de ambos espacios fronterizos. Hasta ahora ha sido lenta la apertura de la frontera y las cifras de intercambio comercial no han sido las que habían antes de romperse las relaciones”.

A pesar de ese reto, Tobón Ospino acotó que es positivo que el paso por la frontera se haya abierto, permitiendo que muchos migrantes puedan regresar a reencontrarse con sus familiares. “Esa oportunidad no la teníamos antes, de alguna manera los padres ya pueden ver a sus hijos sin necesidad de vivir la experiencia de pasar por una trocha”.

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