Opinión

La Copa América Chile 2015 ya tiene coordenadas

A las dudas que ha generado el funcionamiento de la Vinotinto hoy se le sumaron los temores de toda la vida. La selección nacional cayó en el grupo C de la Copa América y deberá  espantar esos fantasmas nada más que ante Brasil, Colombia y Perú. De nada vale navegar en las hipótesis de si otros grupos hubiesen sido más o menos complejos. Esto es la Copa América y no hay rivales pequeños, más si de igualar al pasado reciente se trata.

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Foto: EFE

El futuro es incierto, y es muy posible que la totalidad de lo expuesto en estas líneas no se asemeje a la realidad que le toque enfrentar a la selección criolla en territorio chileno, pero bien vale dejarse llevar por la imaginación, aunque sea por unos minutos, y para ello hay que revisar la actualidad de cada rival que nos ha dejado el sorteo de Viña del Mar. Tres selecciones, tres realidades y un sin fin de posibilidades a las cuales hay que estar muy atentos.

Brasil: Tras el fracaso que significó su participación en “su” mundial, Brasil se entregó a Dunga con la intención de que el ex campeón mundial le de a su selección algunas características que según la Confederación Brasileña de Fútbol se han perdido en el tiempo, tales como disciplina, visitas al barbero, uniformidad al vestir y al declarar. Pero ninguna de ellas parece dirigida a mejorar lo que ya viene siendo una prolongada ausencia de fútbol en el país del orden y el progreso.

Basta observar un puñado de partidos de las ligas domésticas brasileñas para comprender que si algo han hecho bien en los últimos tiempos es copiar viejos modelos y metodologías europeas. Prevalecen los futbolistas altos y fuertes en detrimento de la técnica, la viveza y la calidad colectiva. Brasil siempre ha tenido grandes jugadores, pero en la actualidad, éstos han sido obligados a cuidar más su carácter y su estado físico, de tal manera que si hoy llegara un Garrincha a las selecciones juveniles inmediatamente sería descartado por no cumplir los estándares físicos que hoy le han ganado la batalla a la comprensión del juego como un todo indisociable. Con esta versión 2.0 de Dunga podrán competir y hasta ganar el torneo, pero mucho deben cambiar si desean retomar el sitial de honor que hoy le pertenece, y con todo derecho, a los alemanes y españoles. De todas maneras es un equipo difícil de enfrentar y que ha sido nuestra bestia negra de siempre; la única a la cual aún no hemos podido batir en competiciones oficiales, más allá de la enorme victoria en Boston en 2008.

Colombia: El proceso de José Pekerman vive sus horas más trascendentales. Luego de una participación histórica en el mundial de Brasil, el entrenador argentino está llevando a cabo una obligada transformación del equipo. La avanzada edad de alguno de sus protagonistas y los nuevos poderes del argentino han propiciado una medida renovación, aunque en estos nuevos episodios futbolísticos se reiteren protagonistas de la talla de James Rodríguez, Radamel Falcao García, Juan Guilermo Cuadrado, Teófilo Gutiérrez o Jackson Martínez. La transición no parece encontrar grandes obstáculos y esto se ha notado en los partidos amistosos post Brasil 2014, que le han servido al seleccionador para ir dándole rodaje a jugadores como Jeison Murillo, Camilo Vargas o Pedro Franco.

Colombia tiene una meta: conseguir un trofeo internacional de la mano de estos talentosos futbolistas para que no la comparen con la Portugal de Figo y Rui Costa. Lo visto en el mundial pasado, cuando fueron eliminados a duras penas por Brasil, da para pensar que la meta inmediata es colarse entre los finalistas del torneo chileno, con la motivación extra de intentar derrotar a su verdugo de la copa mundial.

Perú: Hablar de Perú es recordar su condición de acertijo imposible de descifrar hasta para sus integrantes. El ciclo del entrenador Sergio Markarián no pudo reproducir en las eliminatorias mundialistas el mismo rendimiento que mostró en la Copa América pasada cuando se ubicó en el tercer puesto, por encima de Venezuela. Es normal que haya sucedido eso, más cuando el balompié de aquel país tiene ya muchos años que exporta jugadores que luego no saben comprometerse con la idea de una selección. De otra manera no se explica que futbolistas como Jefferson Farfán, José Paolo Guerrero y Claudio Pizarro no hayan logrado una mejor performance en con su conjunto nacional.

Tras la salida de Markarián, la dirección técnica ha quedado en manos de Pablo Bengoechea que supo ser asistente técnico en el ciclo anterior y ahora debe ganarse la confianza de sus jefes con una buena actuación en el torneo continental, o por lo menos una que los invite a pensar que ésta vez sí podrán pelear un cupo al próximo mundial. De Perú hay que estar atentos siempre a los conflictos extra futbolísticos que han caracterizado a esta selección en los últimos tiempos. Estos no juegan pero condicionan y mucho a los futbolistas.

Brasil, Colombia y Perú son los rivales; no hay grupos sencillos ni grupos de la muerte. Esto es deporte y si se quiere triunfar hay que competir con los mejores para intentar ocupar el puesto que estos ostentan. El objetivo es ganar la Copa (¿por qué no?). Pero la meta es consolidar un funcionamiento futbolístico que ayude a que Venezuela consiga el cupo a Rusia 2018.

Las cartas están echadas; sólo quedan cuatro amistosos FIFA y los módulos que el cuerpo técnico de Noel Sanvicente pueda realizar. El invierno chileno nos invita a soñar.

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