Opinión

Las claves que dejó el estreno de la telenovela de Tves

Guerreros y centauros, la nueva superproducción dramática de Tves situada en la Guerra de Independencia, se estrenó este lunes a las 9:00 pm luego de una espera de 8 años. Algunas de las claves que dejó el primer capítulo, que arrancó con los acontecimientos de la caimanera, perdón, la Batalla de Carabobo en 1821.

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1. Henry Galué no será nuestro Kevin Costner. Productor, director y creador del concepto original, Henry Galué fue anunciado en los créditos también como actor, con el personaje del general patriota Macario Guerrero. Pero, herido en combate, lamentablemente su participación se limitó al primer capítulo, lo que, desde un punto de vista positivo, limitó su desgaste en un doble rol de director-intérprete al estilo Danza con lobos. Eso sí, se despidió con piquito y todo a la bella protagonista Ana Karina Casanova (su viuda María Marta Guerrero, quizás un homenaje al colectivo Actitud María Marta), a la que encomendó la misión de traer al mundo un guerrero: “Me voy sin haberte dado un hijo varón. Que alguien continúe mi legado”.

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2. Abracadabra se hizo esperar. Debido a su impactante look en las promociones previas, el personaje de Adolfo Cubas (identificado en los créditos como Abracadabra, casi con toda seguridad un villano realista) era uno de los que despertaba más expectativas. Astutamente, se le reservó para futuros capítulos. Eso sí, el legendario campeón sin corona, Félix Loreto (Remigio) sí asomó brevemente su cara al lado de un Simón Bolívar muy fiel a su reciente reconstrucción digital (Amado Zambrano, primera aparición: 9:32 pm). Otros actores que aún no tuvieron escenas: Rosalinda Serfaty, Damián Genovese, Jesús Cervó, Simón Pestana, José Gabriel Madonia y Marisela Buitrago.

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3. Doble amputación. En el primer capítulo, una de las escenas más impactantes fue la amputación de un soldado patriota herido por parte de la protagonista María Marta Guerrero (Ana Karina Casanova), debido a que el médico encargado de hacerlo fue derribado por un cañonazo: “¡No me corte la pata!”, suplicó. “¿Qué prefiere, soldado, seguir viviendo o morirse desangrado?, le responde ella.
En los créditos al final de la telenovela, se notó la corredera de última hora, a pesar de que se trata de una telenovela cuya producción arrancó en 2007. El nombre de la actriz Virginia Lancaster fue partido malamente en dos, como con un sablazo.

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4. Diálogos descriptivos. Se trata de esos típicos diálogos que, en ciertas producciones dramáticas, son utilizados de manera facilista por los escritores (en este caso, Carmelo Castro y Abigaíl Truchsess) para ahorrarse la tarea de presentar a los personajes de manera más ingeniosa (y eliminarle al espectador flojo la tardea de pensar). Al respecto, se indica en el blog para guionistas Relatos Pulp: “Las secuencias descriptivas son, si uno se detiene un momento a considerarlo, una auténtica pesadilla”

(http://www.relatospulp.com/articulos/utilidades/321-como-escribir-una-novela-sin-aburrir-al-lector-pasajes-descriptivos.html).

Ejemplos: aparece un oficial realista con dos trencitas (primerísima escena) y le dice a su enemigo Negro Primero, mientras Páez (el mismísimo Víctor Cámara) yace fuera de combate: “Yo soy el comandante Antonio Martínez, comandante realista y godo, pero no voy a permitir que el Centauro de los Llanos muera como un perro rabioso babeando”. O una escena casi al final con oligarcas fascistas que traicionarán a Bolívar en su ausencia: “Somos los amos del Valle”.

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5. Primera discusión entre Páez y Bolívar. Se intuye que será uno de los leitmotiv de la superproducción. Sostienen un tenso combate dialéctico luego de la Caimanera de Carabobo, pues Bolívar (Amado Zambrano) sostiene que el siguiente paso debe ser la liberación de los pardos, negros y zambos. Finalmente, Páez (Víctor Cámara) recula y corta por lo sano: “Que su boca sea la medida de la Patria”.
Posteriormente, un lascivo Páez le echa los perros a la viuda María Marta después de que ésta ha sido ascendida a generala (¡!) por Bolívar, no faltaba más en un clásico galanazo como Víctor Cámara: “De más está decirle que estoy a su orden para lo que quiera, y cuando digo lo que quiera, es para lo que sea, como sea y donde sea. Como quisiera yo domar una yegua como esa, caray”. Ella manosea una pistola y le advierte: “Para mi seguridad, esta espada roncadora y este perrito gruñón que escupe plomo”.

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6. El peso de la firma de Winston. Durante uno de los cortes de la telenovela, fue difundido un comunicado leído (literalmente) y firmado por Winston Vallenilla, presidente de TVES, en el que fija posición con respecto a los recientes acontecimientos en el país. ¿Se convertirá algún día en la próxima firma más pesada del país, después de aquella que decora la fachada de los edificios de la Misión Gran Vivienda Venezuela?

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7. El misterio del Mute. En los primeros 12 minutos de Guerreras y centauros, se apreció la censura a través de un efecto de “mute” (enmudecimiento) de al menos tres malas palabras en los diálogos, entre ellas un posible grito ¡Malditos realistas! (lectura de labios nuestra) proferido por Ana Karina Casanova cuando matan al doctor que haría la amputación. Si existe una versión censurada, quiere decir que habrá una versión (¿cinematográfica?) no censurada. ¿Dónde podrá ser vista? A medida que avanzó la telenovela, sin embargo, se escuchó claramente al menos un “carajo” sin censura alguna. Un misterio.

8. Esos lacayos del diario ABC. En el primer capítulo escuchamos a un general realista con marcado acento español jaleando a sus tropas: “¡Este es el ejército que peleó en las guerras napoleónicas!”. Por si alguien lo olvida (ojo, solo por si acaso), la Guerra de Independencia debe ser vista principalmente como un conflicto civil entre venezolanos.

9. La Dedicatoria. Con esta imagen pluviosa y este texto leído con voz en off (no la de Winston ), se despidió el primer capítulo:

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10. El misterio de los agradecimientos: Hugo Chávez, por supuesto, ocupó el primer lugar de los agradecimientos por parte del productor-director Henry Galué al final de los créditos. Pero el gran misterio es el lugar que ocupan algunos destacados personajes del Gobierno (entre ellos, del gabinete económico). Elías Jaua es segundo. Ernesto Villegas, cuarto. Tareck El Aissami, quinto. Nelson Merentes, séptimo. José David Cabello, octavo. ¿Qué papel jugaron en el apoyo a la superproducción de época? Winston Vallenilla, por cierto, número 13.

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Escena anunciada para el capítulo de este martes:

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