Opinión

Convencer para competir

La selección nacional afronta esta semana sus últimos partidos oficiales previos a la Copa América Chile 2015, pero más importante aún, el cuerpo técnico se enfrenta al reto de conocer la capacidad de los futbolistas para ejecutar los cambios que propone el DT, así como su propia capacidad para convencer a sus dirigidos. He ahí el mayor de los retos: convencer a los futbolistas para luego ayudarlos a competir.

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A raíz de un trabajo del diario español Marca sobre el entrenamiento de la táctica fija en el F.C. Barcelona muchos han descubierto una verdad que aún suena a secreto: el baloncesto, con su infinidad de movimientos y sus solidaridad, ha servido de inspiración para muchos entrenadores de fútbol, quienes se han animado a incoporar dinámicas propias del básquet a sus entrenamientos y así proporcionar a sus futbolistas de un amplio catálogo de respuestas a cada situación de juego.

En el año 2009, Noel Sanvicente, en medio de la temporada más completa de la historia del Caracas F.C., recordaba en una charla que tuvimos en la sede del equipo capitalino que “le das todas las herramientas al jugador, pero después son ellos los que toman las decisiones. Se sienten más seguros, pero esto se consigue con el trabajo diario”. Entre esas herramientas, reconocía el hoy seleccionador criollo, que “hoy se utiliza lo del básquet: las cortinas, todas esas cosas que te puedan ocasionar un descuido para que otros jugadores se beneficien del movimiento y hacer el gol«. En conclusión: herramientas para generar imprevistos.

En el libro Herr Pep, del periodista y escritor español Martí Perarnau, Paul Breitner, leyenda del fútbol alemán, confesaba que la contratación de Louis van Gaal como entrenador del club bávaro, allá por el año 2009, obedecía a que “el Barça empezó a jugar como un equipo de baloncesto: moviéndose mucho, cambiando las posiciones, con circulaciones, cambios de ritmo, posesión del balón… ¿Cómo podíamos cambiar nuestro fútbol anticuado por el fútbol de ahora? Con Louis van Gaal. Y fue una idea acertada porque renovó totalmente nuestro sistema”.

Sanvicente, como cualquier entrenador, necesita del contacto diario con sus jugadores, pero cuando aceptó conducir al equipo nacional también firmó someterse a las reglas del juego: en las selecciones no hay posibilidades de establecer sesiones continuas de entrenamiento que ayuden a internalizar, en tiempos naturales, un modelo de juego y las pautas a seguir, como sí pudo el neerlandés en el equipo alemán o el mismo Noel en Zamora.

En el trabajo del diario Marca al que hacía referencia se obvia el más importante de los factores: que el jugador crea en lo que se le propone. Si hace tres meses el equipo catalán era un desastre y ahora es una maravilla no es más que por una pequeña y notable diferencia: sus jugadores parecen estar totalmente ganados a las ideas de su entrenador.

A propósito de ello, y como consecuencia de una mala racha, Marcelo Bielsa, entrenador del Olympique de Marsella, reflexionaba lo siguiente:

“Lo que hay que entender, es que todo aquel que recibe directivas las valora si a través de eso consiguen éxito. Cuando no consiguen éxitos es natural que la rechacen, entonces yo, por mi experiencia personal, sé que el método, el estilo y el sistema son buenos si ganamos y si perdemos es malo, y ustedes actúan con esa lógica, que es la lógica de los seres humanos, entonces durante un período próspero todas las evaluaciones son a favor y se exaltan los mismos valores que ahora se rechazan. Ustedes seguramente creían que yo era mucho mejor de lo que realmente soy, eso se ve claramente en las opiniones que han ofrecido sobre mi en el año anterior y lo que va de este, pero frente a la derrota ninguna actitud es positiva, ustedes no están en condiciones de valorar ningún mensaje. Se haga lo que se haga, estará mal hecho… Lo que trato de hacer en la adversidad es fortalecer mis convicciones y no actuar con necedad negando realidades que merecen ser modificadas, pero tengo claramente visualizado que en los procesos negativos todos te abandonan (los medios de comunicación, el público y los futbolistas) y eso es natural, es propio de la condición humana: nos acercamos al que huele bien -y el éxito siempre mejora el aroma del que lo protagoniza- y nos alejamos del que huele mal -y la derrota hace que seamos mal olientes«.

Aceptado que el seleccionador criollo utiliza esos métodos tan similares a los del baloncesto -y otros tan innovadores como el anterior-, los cuales requieren de mucha entrega y dedicación por parte del futbolista, vale la pena entonces escuchar a Bielsa para reconocer qué tan importante será esta semana de convivencia con los jugadores para Sanvicente y sus ideas. Porque más allá de los resultados frente a Jamaica y Perú, el entrenador debe ganarse a los suyos, y eso excede a las palabras, tiene que ver con sensaciones, con complicidad, con hacerlos sentir socios y protagonistas de un objetivo. Si logra eso, no tendrá mayores inconvenientes para trabajar cortinas, simulaciones, relevos, desbordes y demás herramientas que crea convenientes, porque la táctica, aunque muchos no lo crean, depende tanto del momento como de la seguridad y la fortaleza con que se pone en práctica.

En palabras del propio seleccionador, de lo que se trata es de “convencer al jugador del no por el sí”.

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