Opinión

De cómo Venezuela se transformó en Angola

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Biopago
Fotografía: Manaure Quintero

Somos víctimas de un método calculado de sumisión de la población inventado por el G2 cubano hace mucho tiempo. Suerte de probeta socio-económica con los ingredientes exactos para una fórmula siniestra de hegemonía y control absolutista. Lo que pasa en Venezuela no es fortuito, ni designio del destino, ni brujería, sino el efectivo resultado de la aplicación de un manual de procedimientos exactos tutelados desde La Habana. La soberbia republicana que padecemos los venezolanos nos ha llevado a creer que es -categóricamente imposible- que un país tan “importante y universal” como el nuestro sea borrado del mapa jurídico geopolítico bajo la mirada cautelosa de todas las instancias internacionales y las democracias de occidente y eso es precisamente lo que estamos viendo. El estado de postración de la sociedad civil no es “casual” ni por flojera, sino consecuencia de una metodología efectiva para el control ciudadano que ya ha sido ensayada por Cuba desde tiempos de la Guerra Fría. ¿Quién se acuerda de Angola? ¿Quién habla de Angola?, ¿Qué se dice de Angola en la ONU , en el Banco Mundial o en HRW? ¿Qué fue de la vida de aquel país africano? Para quien no lo recuerda, los cubanos siguen en Angola desde los años 70. Desde la guerra civil en la que por cierto murieron miles de cubanos inocentes. ¿Qué hace Cuba metida ahí –silenciosamente- desde hace más de 40 años? Vale la pena recordar que las riquezas minerales de Angola son los más grandes de todo el continente africano. Y tampoco es casualidad que la enorme mayoría de su población se encuentre en pobreza extrema mientras que una minúscula élite presidencial es absurdamente rica. Para comprender a donde nos ha pateado la historia después de 17 años de “revolución bolivariana” tenemos que fijarnos en Angola. El enemigo siempre ha sido el mismo. Y vive en La Habana. Chávez y Maduro son solo unos muñecos de trapo descocidos. Por otra parte, es imperante reflexionar acerca de la absoluta responsabilidad que tienen las fuerzas armadas venezolanas en permitir que esto venga ocurriendo desde hace más de una década. Si nos remitimos a la historia contemporánea, resulta inédito el hecho de que los mismos encargados de la seguridad del estado – los militares-  hayan sido los precursores de la infiltración total de un poder extranjero para entregar el futuro de su pueblo. El bochorno como política exterior. La cobardía como grito de guerra. Que nadie se olvide de Angola. La peor pobreza es no conocer la historia de nuestro propio empobrecimiento.]]>

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