Opinión

Entrena tu mente

Ricardo Adrianza comparte dos enunciados más de su filosofía de vida "El señor de las verduras". Esta vez profundiza en la actitud y el vivir el presente, conceptos que engloba en el renglón "entrena tu mente"

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Entrena tu mente
Andrea Piacquiadio / Pexels

En mi artículo de la semana anterior, hacía referencia a una lista de al menos 9 atributos a ser internalizados como hábitos, que iría desarrollando en mis artículos semanales para proponer una filosofía de vida, basada en conceptos simples, que he llamado Filosofía del Señor de las verduras, cuya esencia está enmarcada en incorporar en nuestro devenir diario postulados infantiles.

En esa primera entrega resumí el primero de ellos, en un artículo que titulé ¡Sonríe!, cuyo concepto expresé, va más allá del mero hecho de hacerlo.

En este artículo compartiré 2 atributos más: Actitud y Vive en el presente, ambos enmarcados bajo el título “entrena tu mente”.

Entrena tu mente
Foto: Dih Andrea / Pexels

Actitud

De la actitud me he referido en otras oportunidades y es un concepto que no puede faltar en la construcción del camino a la felicidad.

Para mí, la actitud debe ser entendida como algo más que la manera de estar dispuesto a comportarse u obrar. En su sentido más amplio, la actitud es el arma escondida que te permite enfrentar los avatares de la vida y anular los miedos.

La vida no es lineal, por ello es insustituible adoptar siempre una actitud de crecimiento. En definitiva, la forma en que decidas mirar al mundo que te rodea y cómo decidas encararlo solo depende de ti, de nadie más.

Foto: Matheus Bertelli / Pexels

Hay una referencia contundente que, aunque es dura citar, nos recuerda los horrores del holocausto, grafica de mejor manera el poder de tener una buena actitud.

Viktor Frankl, psiquiatra austríaco que padeció las dificultades de vivir en un campo de concentración, describió en su obra El hombre en busca de sentido, la desazón que implicaba levantarse cada mañana sin conocer si el carcelero lo elegiría como su próxima víctima.

Levantarse cada día con esa incógnita, implicaba delegar la esperanza a los deseos del carcelero, pero en modo certero nos refiere que la actitud con que asumía enfrentarse a esa incógnita cada día solo dependía de su actitud. Semejante afirmación fue la conclusión de su experiencia en campos de concentración.

Por ello, entrenar tu mente para ver algo bueno en cada situación debe ser parte de un hábito que debes comenzar a incorporar en tu vida, hoy mismo. Tener buena actitud te prepara mejor para aceptar las dificultades y situaciones que no podemos controlar, lo que indefectiblemente, libera tus miedos y te pone en acción. Además, tener buena actitud te vuelve una persona agradable, impacta de forma positiva tu inteligencia y refuerza tu capacidad de liderazgo.

Entrena tu mente
Foto: Wendy Wei / Pexels

¡Vive el presente!

El siguiente atributo que protagoniza este artículo se trata de ¡Vive en el presente!, que además coincide con una de las leyes de transformación de la vida que propone la filosofía japonesa Ikigai.

Aunque esta sentencia te pueda parecer un enunciado “come flor”, vivir en el presente tiene un sinfín de beneficios en nuestro bienestar. El primero: formarnos un escudo ante la ansiedad.

Vivir en el presente –desde la óptica del Señor de las verduras– es incorporar el espíritu de un niño en nuestras acciones diarias. Es inocultable la capacidad que poseen los niños de entregarse al presente; por ello, y sin pretender comparar las preocupaciones y responsabilidades que tenemos los adultos, asumir el presente es un ingrediente sine qua non en la construcción de la felicidad.

¿Como lo logramos? Primeramente, deja de lamentarte por el pasado y de temer por el futuro, lo que significa entregarse sin disimulo a las alegrías que nos ofrece la vida cada día. Recuerda que la construcción de tu mejor versión comienza hoy, por lo tanto, dale el mejor uso posible a estas 24 horas para que ocupen un lugar especial y merezcan ser recordadas. Si lo haces bien hoy, si pones todas tus ganas en el presente, no habrá pasado que lamentar y el futuro lucirá prometedor.

Foto: Andrea Piacquadio / Pexels

Cuando vives en el presente, disminuyes la brecha que existe entre tu realidad vivencial (lo que tienes) versus las expectativas (lo que deseamos). Aquí debemos entender que, si la brecha es muy grande, la sensación de bienestar disminuye.

De allí que sea obligatorio levantar la cabeza y sentirnos orgullosos de lo que somos, lo que hemos conseguido y lo que hemos construido. En definitiva, la clave es valorar profundamente lo que tienes y no reprocharte por aquello que aun no has logrado. Eso, te aseguro, alimentará tu sensación de bienestar y abonará al concepto de calidad de vida.

Para redondear con exactitud lo que pretendo explicar con “Vive en el presente”, es imperativo cerrar este escrito con una referencia del maestro espiritual Eckhart Tolle, incluida en su obra El poder del ahora.

Tolle indica que es posible liberarnos de la ansiedad y la neurosis diaria, y que, para lograrlo, “solo tenemos que llegar a comprender que la causa de nuestros problemas no son los demás, ni el mundo de allá afuera, sino nuestra propia mente, aparentemente incapaz de concentrarse en el ahora por estar siempre pensando en el pasado y preocupándose por el futuro”.

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