Opinión

¡Que seas muy feliz, querido nieto!

El coach Ricardo Adrianza le escribe una carta muy personal a su nieto Ignacio Andrés, que crece a la distancia

Publicidad
nieto

Este artículo es el último que escribo hasta septiembre, para cerrar mi segunda temporada en El Estímulo. Por ello, si me permiten, para cerrar este ciclo comparto con ustedes una carta escrita a mi nieto en conmemoración de su cumpleaños:

“Al momento de salir publicado este artículo, ya habrás cumplido tus primeros dos añitos de vida, querido nieto.

Ese día, 7 de agosto de 2020, quedará marcado para mí como la fecha en que derribamos la creencia de que con el nacimiento de los segundos nietos no se siente igual. ¡Nada más lejos de la realidad! Al menos de la mía.

Naciste en San Juan, Puerto Rico, a las 3.57 pm. Fue un largo proceso. Esperaba con ansías la confirmación y el tiempo transcurrido se me hizo eterno.

Recuerdo ese día como si fuera ayer. Sometidos al encierro preventivo por los embates de la pandemia, tras una llamada de tu padre minutos después, recibí la noticia de tu nacimiento.

Esa jornada la viví en solitario y cerró con una danza de lágrimas que nacieron del más profundo sentimiento y de ese nexo especial que se creó instantáneamente al momento del anuncio de tu llegada al mundo.

No pude viajar para estar presente en tu nacimiento como había planeado, la pandemia hizo su jugada. Pero puedo asegurarte de que en los rincones de mi alma se sembró un sentimiento tan legítimo que rompió las distancias y te reservó, de porrazo, un lugar especial donde solo está escrito tu nombre.

Me da mucha pena decirlo, pero tampoco he estado presente en la celebración de tus cumpleaños. No es poca cosa porque siento que te he fallado. Muchas veces el destino se empeña en sacudirnos para mostrarnos algún camino y se encapricha para robarme la alegría de verte correr entre niños y payasos.

Sin embargo, hemos construido una relación tan sólida que estoy absolutamente seguro de que me extrañas tanto como yo, desesperadamente, te extraño.

nieto
Ricardo Adrianza con Ignacio Andrés

Aun así, estoy seguro de que vendrán muchas oportunidades y nos empeñaremos en construir nuestra historia nieto – abuelo, con la misma pasión con la que pateas el balón de fútbol cuando jugamos.

Tu pelo rizo es tu distintivo y tu esencia oscila entre la fuerza de tu temperamento y la ternura que exhibes para conquistar corazones a tu paso.

La idiosincrasia boricua te corre por las venas. Te encanta la playa y el bochinche, pides a gritos canciones de Marc Anthony y bailas como si fueras mayor de edad.

También te gusta jugar al fútbol con tu Yayo y otras veces te vistes de músico, pero lo que más resalta de tu personalidad es que encaras cada faceta de tu incipiente vida con una determinación y energía que abruma e inyecta ganas a la mía.

Así eres, decidido y, a veces, arrogante. No es para menos, caminaste desde los 9 meses y utilizas tu pícara sonrisa para cautivar al más pintado.

Tu ídolo es “Buzz Lightyear” pero créeme que me esfuerzo por reemplazarlo. No me rindo, seguiré insistiendo en ganarme esos abrazos que me derriten y dejan en mi alma una huella de amor imperecedero difícil de describir.

nieto
Foto cortesía de la familia

Mi “Bam Bam” boricua, hoy es tu cumpleaños y quiero desearte un día lleno de alegrías, las mismas que me regalas en cada oportunidad en que tenemos la fortuna de juntarnos.

No quiero cerrar esta carta sin dejarte mi promesa de acompañarte en los momentos importantes de tu vida, pero por sobre todas las cosas, dejarte un legado de valores y momentos que te faciliten el tránsito por la existencia y crezcas como un hombre de bien.

Estoy muy seguro de que así será. Estaré agradecido de ver como dejas tu sello y esfuerzo en todo lo que hagas. Pero no te olvides de ser noble y humilde, y sigue conquistando otros corazones pues el mío ya te pertenece.

Feliz cumpleaños, querido nieto. Feliz cumpleaños, Ignacio Andrés, ¡que seas muy feliz!

Te amo.

Tu Yayo”.

Nota: Ricardo Adrianza tomará vacaciones por un mes y regresará con su acostumbrada columna de los miércoles a mediados de septiembre.

Publicidad
Publicidad