Opinión

¿Por qué deberías dejar de intentar ser feliz en el trabajo?

La idea de la búsqueda de algo superior, que alimente constantemente las iniciativas y avances en los trabajos, es una alternativa cierta donde explorar, que debe nacer de la misión misma de las empresas. La clave es el "trabajo relevante"

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ser feliz en el trabajo
Composición de imagen: Yiseld Yemiñany / Fotos: Pexels

El sugestivo título de este artículo seguramente te genere confusión. La gran mayoría de las personas busca ese sentimiento, como el principal motivador para desarrollar sus carreras profesionales en sus sitios de trabajo, pero como es de esperarse, ese sentimiento de “felicidad laboral” es bastante subjetivo y temporal; más aún, en un entorno tan difícil como el venezolano.

Aunque puedan no estar de acuerdo, los esfuerzos de directivos y líderes de empresas para aplacar los índices de rotación son importantes y están prácticamente en su agenda diaria.  Tal vez, sus ideas rondan sobre acciones que fomenten felicidad y se olvidan de inocular la razón de ser de sus actividades, cónsonas con la misión de la organización y de los valores de sus dirigidos.

Ha sido sorprendente, por decir lo menos, leer que, de acuerdo con unas estadísticas manejadas por Gallup, un 85% de los empleados no están comprometidos con el trabajo o bien, ignoran como conseguirlo. Y he allí el cénit del problema.

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Foto Andrea Piacquadio / Pexels

De acuerdo con esas estadísticas, cualquier iniciativa que se lleve a cabo para promocionar la felicidad laboral resultará efímera bajo el marcado contraste que nos muestra sus resultados.

Entonces, pareciera que establecer la felicidad como el marco estelar de los objetivos corporativos constituye un error enorme. La buena noticia es que una mayoría de encuestados indica que estarían dispuestos en ganar menos a cambio de tener un trabajo más significativo.

La fórmula anterior difícilmente cale en Venezuela por la influencia perversa de los efectos de la inflación en el salario de trabajadores, sin embargo, es indudable que la consideración de promover concienzudamente el significado en el trabajo, al menos, reduciría los índices de ausentismo y de renuncias del personal. Esto, significaría mucho y un paso gigante hacia la consolidación de organizaciones y que, paradójicamente, también inyectaría ese sentimiento de felicidad laboral como consecuencia.

De hecho, el elemento “trabajo relevante” es uno de los conceptos mundialmente manejados por aquellas empresas que han sido calificadas en el ranking de las empresas más felices o un gran lugar para trabajar.

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Foto cortesía Jopwell / Pexels

Para ejemplificar el valor de “trabajo relevante” y su consecuencia sobre la felicidad en el trabajo me referiré a una anécdota incluida en el libro “La auténtica Felicidad”, promovido por el padre de la psicología positiva, Martin Seligman.

En él, refiere un episodio donde pregunta a un enfermero de un hospital ¿qué está haciendo?

A lo que este respondió: “Soy enfermero de esta planta. Pero traigo fotos nuevas todas las semanas. Soy responsable del estado de salud de todos estos pacientes. Como el Señor Miller no ha despertado desde que lo ingresaron, quiero asegurarme de que cuando despierte vea cosas bonitas a su alrededor”.

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Foto Rodnae / Peels

Este enfermero no enfatizó que su trabajo era limpiar, sino cuidar de la salud de sus pacientes. ¿ven la diferencia entre trabajo y propósito? El trabajo reporta una remuneración, pero la vocación reviste de un significado superior, algo que trasciende.

Ahora bien, ¿qué factores o acciones fomentan inocular un propósito superior al trabajo?

Identificar las fortalezas de colaboradores. Esto representa una buena manera de dirigir las aptitudes de colaboradores a un trabajo más significativo. Como menciona Seligman en su obra: “Reorientar el trabajo para poner en práctica cada día las fortalezas y virtudes no solo lo hace más agradable, sino que transforma en vocación una actividad rutinaria”.

Conectar con colaboradores. Tomarte un café o abordar informalmente a tus colaboradores para compartir experiencias, es un modo efectivo no solo de influir, sino – como menciona Susan Peppercorn, coach y conferencista internacional – de ayudarlos a “identificar qué tipo de actividades los llevan a una autoexpresión o significado auténticos”, o mejor aún, guiarlos en el desarrollo de estrategias y habilidades para conseguir el sentido superior a lo que hacen y que a la postre los hará más felices.

Foto Helena Lopes / Pexels

Centrarse en las relaciones, no en los entregables. Contribuir al bienestar de los demás, de cualquier forma, está fuertemente ligado a la experiencia del significado. No en vano las relaciones interpersonales representan uno de los atributos esgrimidos por Seligman en su teoría Perma – por sus siglas en inglés – del bienestar.

Aunque luzca sorprendente, la vida laboral está experimentando cambios sorprendentes y de allí las iniciativas de las grandes corporaciones en ofrecer políticas más enfocadas hacia la persona.

Investigaciones destacan claramente que el factor dinero, como factor influyente en el bienestar de las personas, pierde fuerza pues este añade poco o nada al bienestar subjetivo cuando las necesidades mínimas están cubiertas.

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Foto Fauxels / Pexels

La idea de la búsqueda de algo superior, que alimente constantemente las iniciativas y avances en los trabajos, es una alternativa cierta donde explorar, que debe nacer de la misión misma de las empresas.

Cumplir los objetivos corporativos puede resultar una ardua tarea, pero si estos son acompañados de un real significado y así es entendido, como una referencia superior que le dé un sentido especial a las labores realizadas, conseguirá, de manera ineludible, poner en práctica las fortalezas de grupos de trabajo para reorientar el trabajo actual y convertirlo en vocación.

Por lo tanto, si inyectamos al trabajo ese sentido de vida, el compromiso será mayor y los buenos resultados no tardarán en presentarse.

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