Opinión

Jeremy Peña: el joven guía de un equipo campeón

Nadie pensaba que los Astros de Houston terminarían siendo liderados por un jovencito que se uniformaba de bigleaguer por primera vez en su vida. Aquí analizamos esta gran sorpresa

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Si bien es cierto que muy pocos hubiesen afirmado que Filis de Filadelfia serían los convidados de la Liga Nacional en la Serie Mundial, no es menos verdadero aseverar que, a pesar de ser considerados favoritos para estar (y ganar), los Astros de Houston terminarían siendo liderados por un jovencito que se uniformaba de bigleaguer por primera vez en su vida.

Hay carreras que parecieran estar destinadas a la grandeza…

Desde el comienzo. Aunque un arranque exitoso no garantice en modo alguno que ese desempeño positivo será la norma inalterable del transitar por la mejor pelota del universo.

Es casi imposible no evocar la temporada de Miguel Cabrera por allá en el lejano 2003. Era su año de debut con la camiseta de Marlins de Florida y al final terminó celebrando el título frente a los Yankees de Nueva York.

Muchos apostaron por la durabilidad y éxito absoluto del joven venezolano… todos ganaron. El de Maracay, próximo a jugar su último torneo en MLB durante el 2023, ya garantizó un puesto entre los inmortales de Cooperstown.

El caso de Peña y sus comienzos, no se sitúan al lado de la mayoría de los jóvenes latinoamericanos que ingresan al sistema de las Grandes Ligas.

El nativo de la República Dominicana, de 25 años e hijo del otrora jugador de las mayores durante 7 temporadas, Gerónimo Peña, fue seleccionado en el draft colegial de 2015 por los Bravos de Atlanta (ronda 15). En esa oportunidad decidió no firmar y tomó la decisión de jugar beisbol universitario en la Universidad de Maine, en los Estados Unidos. Se mantuvo en esa casa de estudios con la camiseta de los “Black Bears”, hasta que en el draft de 2018 fue seleccionado por los Astros de Houston en la tercera ronda.

Después de algún recorrido por el sistema de granjas de los siderales, la oportunidad de lucir casaquilla de Grandes Ligas tocó sus puertas. Carlos Correa, el estelar campo corto de Houston no logró pactar su permanencia con la organización y decidió partir a otros destinos (Mellizos de Minnesota), dejando libre la posición y haciendo pensar a la mayoría de los seguidores de la franquicia, que se iniciaría una búsqueda frenética en el mercado, orientada a llenar el vacío dejado por el puertorriqueño en un lugar clave de la defensiva.

No obstante, el 7 de abril de 2022, frente a los Angelinos de Los Ángeles con Shohei Ohtani en el montículo, apareció de séptimo bate y jugando en el campo corto.

El debut ofensivo fue rudo: se fue de 4-0, con dos ponches, pero ya lo más difícil se había logrado. Estaba en las mayores y solo restaba demostrar que no se habían equivocado al darle la oportunidad.

Poco a poco apareció el contacto, pero el nivel defensivo que mostraba en cada lance generaba comentarios positivos que generalmente lo relacionaban con el hecho de “no extrañar en absoluto” la figura de Carlos Correa.

Cerca de la mitad de la zafra, una lesión lo alejó del juego diario. En paralelo, se mostraba el esplendor de otro dominicano que impresionaba a diario con el uniforme de Marineros de Seattle: Julio Rodríguez.

Regresó y continuó su impecable accionar desde ambos costados, destacando siempre la superlativa capacidad para manejarse defensivamente.

Había encontrado Houston la pieza necesaria para fortalecer una línea central capaz de producir victorias.

Astros galopó cómodamente la ronda eliminatoria. Ganó 106 encuentros y superó cómodamente a su más cercano adversario divisional, Marineros, por amplia diferencia de 16 juegos.

Ya en postemporada, despacharon a Seattle en 2 juegos; a Yankees dejaron en el camino, igualmente con barrida en 4 choques, con Jeremy Peña en plan heroico que le valió la designación como en MVP de la Serie de Campeonato de la Liga Americana.

Llegó el gran momento de la justa: la Serie Mundial. Esa esquiva oportunidad que no pudieron disfrutar leyendas del juego como Rod Carew y Ken Griffey Jr., por solo citar dos grandes.

La carrera de Jeremy Peña estaba por brindarle aún más cosas buenas: su equipo ganó la Serie Mundial 4-2 a los Filis y él, en su primer año en las Grandes Ligas, ya tenía lugar en su mano para colocarse un anillo. Además, debía ampliar el espacio en la vitrina para colocar dos premios, el de MVP de la Serie Mundial y el Guante de Oro como mejor parador en corto del joven circuito.

Sin duda, un cúmulo de emociones difíciles de asimilar para todo joven que empieza. No obstante, mucho se le atribuye al aplomo y disciplina que le granjearon sus años universitarios.

Lo cierto es que no se extrañó ni un minuto a Carlos Correa por los predios del Minute Maid Park de Houston. Los fanáticos disfrutaron del nacimiento milagroso de una súper estrella y sueñan con ir al estadio durante muchas campañas con el dominicano ubicado en el puesto 6 de la defensiva.

En su país, se frotan las manos de cara al Clásico Mundial de Beisbol en 2023. Es un punto fuerte su participación.

¿Y que más nos dejó la Serie Mundial?

No solo Jeremy Peña aportó para obtener un título, a pesar de ser el gran guía de la escuadra del Oeste.

Con este trofeo de campeones, muchos aseveran que se reivindica el equipo después de los lamentables acontecimientos derivados del robo de señas en 2017.

Se produjo la hazaña del “no hitter” combinado de Cristian Javier, Bryan Abreu, Rafael Montero y Ryan Pressly, segundo del año para Astros y primero desde el 8 de octubre de 1956, cuando Don Larsen lanzó juego perfecto ante los Dodgers de Brooklyn.

El manager de Houston, Dusty Baker, pudo finalmente titularse campeón en un Clásico de Otoño después de 2.144 victorias en MLB.

El venezolano, José Altuve, se convirtió en el latinoamericano con más imparables en Series Mundiales, con 30, además de llegar a 103 en su historial de postemporada.

El estelar lanzador, Justin Verlander, pudo obtener su primera victoria en el máximo evento del beisbol mundial luego de 9 apariciones en el montículo, a los 39 años de edad.

Jeremy Peña se convirtió en el tercer novato en ser designado como MVP de la Serie Mundial (los lanzadores Larry Sherry, Dodgers 1959 y Liván Hernández, Marlins 1997). El dominicano, es el primer jugador de posición de primer año, en lograrlo hasta ahora.

Fue, sin duda, una bonita temporada. Con momentos importantes y definiciones a nivel de premios que se conocerán en pocos días.

¡Falta mucho aun…pero falta menos…!

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