Cómo cultivar una mente resiliente en un entorno de incertidumbre
En tiempos de incertidumbre, la capacidad de mantener una mente resiliente y evitar pensamientos negativos se convierte en una habilidad crucial para la supervivencia y el bienestar personal. El coach ofrece herramientas para lograrlo
Luego de poco más de una semana de haberse celebrado las elecciones presidenciales en Venezuela y las consecuentes protestas encarnadas por una población desgastada emocionalmente, es muy común percibir un ambiente general donde el estrés y la ansiedad son las principales protagonistas. Incluso así, es prioridad cultivar una mente resiliente.
Muchos analistas pronostican que los embates de esta situación apenas comienzan, por lo que, conocer nuestros límites emocionales y cultivar la capacidad para reponernos, debe formar parte de nuestra agenda diaria.
En tiempos de incertidumbre, la capacidad de mantener una mente resiliente y evitar pensamientos negativos se convierte en una habilidad crucial para la supervivencia y el bienestar personal. La historia está repleta de ejemplos de individuos que, enfrentándose a condiciones extremas, lograron cultivar una mente fuerte y firme. De esas experiencias, podemos extraer lecciones valiosas sobre cómo fomentar una actitud positiva y resiliente en circunstancias adversas.
La Importancia de evitar pensamientos negativos
Los pensamientos negativos erosionan la salud mental y emocional de una persona, especialmente en estados de desasosiego como el que vivimos. La Segunda Guerra Mundial nos ofrece numerosos ejemplos de cómo evitar estos pensamientos, siendo la clave para la supervivencia y la resistencia. Viktor Frankl –psiquiatra y sobreviviente del Holocausto–, publicó sobre sus experiencias en los campos de concentración nazis en su libro, «El hombre en busca de sentido«, donde concluyó que aquellos que encontraron significado y propósito en sus vidas, a pesar de las circunstancias atroces, tenían una mayor probabilidad de sobrevivir.
Frankl relató cómo los prisioneros que lograban encontrar pequeños momentos de belleza o significado, como contemplar un atardecer o recordar a un ser querido, podían mantener la esperanza y evitar caer en la desesperación. Este enfoque en lo positivo y significativo ayudaba a los individuos a resistir mentalmente, incluso cuando todo lo demás parecía perdido.
Seguramente leerás la conclusión anterior y en medio de las heridas recientes no lo ves claro. Lógico que sea así; sin embargo, como ya hemos señalado, cultivar una mente resiliente puede apoyarnos a transitar un camino que parece ya hemos transitado en el pasado y que nos ha machacado con finales dolorosos.
Estrategias para cultivar una mente resiliente
Establecer una rutina de pensamiento positivo
El primer paso para evitar pensamientos negativos es establecer una rutina de pensamiento positivo. Esto implica reestructurar activamente el pensamiento para centrarse en los aspectos positivos de cualquier situación.
Un método efectivo es la práctica del agradecimiento diario. Tomar unos minutos cada día para reflexionar sobre lo que se tiene y se aprecia, puede cambiar significativamente, la perspectiva mental.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Anne Frank, a pesar de estar escondida y enfrentando un peligro constante, mantuvo un diario donde expresaba su gratitud por las pequeñas alegrías y mantenía su esperanza en la humanidad. Esta práctica no solo la ayudó a sobrellevar su situación, sino que su legado ha inspirado a millones de personas a lo largo de los años.
La práctica de la gratitud, además, permite elevar tus emociones positivas hasta en un 25%, según expertos, con el consecuente efecto que tiene en tu bienestar.
Desarrollar la autocompasión
Desarrollar la autocompasión es esencial para mantener la resiliencia mental. Kristin Neff – psicóloga estadounidense, pionera en el campo de la autocompasión– sugiere que tratarse a uno mismo con la misma gentileza y comprensión que se tendría con un amigo cercano, puede ayudar a reducir el estrés y la autocrítica.
En tiempos convulsos, ser amable y paciente con uno mismo puede hacer una gran diferencia en cómo se enfrenta a la adversidad.
Practicar la meditación y el mindfulness
La meditación y el mindfulness son herramientas poderosas para cultivar una mente resiliente. Durante la Segunda Guerra Mundial, muchos soldados y civiles encontraron consuelo en prácticas espirituales y meditativas.
Estas prácticas ayudan a centrar la mente, reducir la ansiedad y aumentar la capacidad de afrontar situaciones difíciles con calma y claridad.
Estudios recientes han demostrado que la meditación regular puede cambiar la estructura del cerebro, mejorando la capacidad de manejar el estrés y las emociones negativas.
Mantener conexiones sociales fuertes
Las conexiones sociales juegan un papel crucial en la resiliencia mental. Las redes de apoyo emocional pueden proporcionar consuelo y perspectiva durante tiempos difíciles.
Durante la ocupación nazi en Francia, la resistencia francesa no solo fue un esfuerzo militar, sino también una red de apoyo social donde los miembros se cuidaban y apoyaban mutuamente. Estas conexiones ayudaron a mantener la moral y a proporcionar un sentido de propósito y comunidad.
Enfocarse en metas y propósitos
Tener metas claras y un propósito puede proporcionar una dirección y un sentido de control en medio del caos. Durante la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill mantuvo su enfoque en la liberación de Europa y la derrota del nazismo. Su visión y determinación no solo lo mantuvieron firme, sino que también inspiraron a toda una nación a resistir y perseverar.
Definir metas personales y profesionales, incluso en tiempos de incertidumbre, puede ayudar a mantener la motivación y la esperanza.
Buscar inspiración en historias de resiliencia
Las historias de individuos que han superado adversidades extremas pueden ser una fuente poderosa de inspiración y fortaleza. Además de Viktor Frankl y Anne Frank, figuras como Nelson Mandela y Malala Yousafzai ofrecen ejemplos contemporáneos de resiliencia frente a la opresión.
Mandela, quien pasó 27 años en prisión durante el apartheid en Sudáfrica, mantuvo su esperanza y visión de una nación libre y justa. Su capacidad para perdonar y seguir adelante se convirtió en un faro de esperanza para millones.
Conclusión
En conclusión, es imprescindible enfrentar la incertidumbre y dudas desarrollando una mente resiliente y fuerte, anclada en evitar pensamientos negativos y en conservar una actitud positiva.
Las lecciones de personajes destacados de la historia indican que es posible no solo sobrevivir, sino también prosperar en medio de la adversidad. Tal como indicó Mandela “Derribar y destruir es muy fácil. Los héroes son aquellos que construyen y que trabajan por la paz”.
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