Con el triunfo de Petro, ¿se levanta la cortina entre Colombia y Venezuela?
Aunque se esperan mejores relaciones, los analistas no creen en una alianza automática porque Maduro está más alineado a regímenes poco democráticos y esa no necesariamente es la línea de Petro
La izquierda llega al poder en Colombia por primera vez y el presidente electo, Gustavo Petro, ha dicho que restablecerá las relaciones con la Venezuela de Nicolás Maduro luego de tres años de ruptura y graves acusaciones cruzadas entre Caracas y Bogotá.
¿Qué traerá la inminente reactivación de las relaciones bilaterales tras el triunfo electoral de Petro, el domingo 19 de junio, sobre Rodolfo Hernández?
¿Ideología o pragmatismo?
Petro, quien asume la presidencia el 7 de agosto, despierta fantasmas entre muchos venezolanos que le asocian con el chavismo, aunque el exguerrillero marcó distancia con el gobierno de Maduro durante la campaña electoral, llegando a calificarlo de «dictadura».
Venezuela, que acusó frecuentemente al presidente saliente de Colombia, Iván Duque, de planes de golpe de Estado e incluso de asesinato contra Maduro, felicitó en un comunicado el triunfo del líder izquierdista y expresó «la más firme voluntad de trabajar en la construcción de una renovada etapa de relaciones integrales».
Colapso entre ambas naciones
Caracas rompió relaciones con Bogotá en 2019 después de que Duque reconociera como presidente encargado de Venezuela al dirigente opositor Juan Guaidó, que ahora queda en un limbo. Ha sido el peor momento entre estos vecinos, que comparten una porosa frontera de más de 2.200 km y han tenido altibajos, sobre todo en los últimos 20 años con la entrada en escena de Hugo Chávez y Álvaro Uribe.
No hay consulados o vuelos directos y la frontera permaneció cerrada entre 2019 y octubre de 2021, lo que colapsó el comercio bilateral.
«Las relaciones diplomáticas no pueden depender o centrarse en simples amiguismos ideológicos», dijo a la AFP el historiador Ángel Lombardi, profesor de La Universidad del Zulia (LUZ), región fronteriza con Colombia. «Si se impone la sensatez, van a tener una relación basada en el pragmatismo y el interés común».
«Nuevos tiempos se avizoran», celebró Maduro en Twitter.
«Cambia radicalmente la relación con Venezuela con el solo hecho de que deje de gobernar la oligarquía» en Colombia, expresó este lunes 20 de junio, en rueda de prensa, Diosdado Cabello, número dos del chavismo.
El tema migratorio es crucial, cuando miles de personas cruzan a diario la línea limítrofe.
Colombia acoge a dos de los seis millones de venezolanos que han migrado por la crisis de su país, a los que Duque ha regularizado para que puedan trabajar y acceder a servicios públicos.
«La población migrante, hoy principalmente venezolana, recibirá un trato digno y respetuoso en los derechos humanos», prometió Petro en su plan de gobierno.
Rescatar el comercio
La normalización de relaciones impulsaría por otra parte el intercambio comercial, que rozó los 7.200 millones de dólares en 2008, pero se vino a pique con el cierre parcial de la frontera en 2015 y total en 2019.
La Cámara Colombo-Venezolana maneja proyecciones de 800 millones a 1.200 millones de dólares en 2022, luego que el año pasado la cifra bordeara los 400 millones.
«Se levanta una nueva cortina», dijo a la AFP Wladimir Tovar, dirigente de la patronal venezolana Fedecamaras en el fronterizo estado Táchira. «Con Colombia siempre hubo una estrecha relación».
Sin embargo, la zona es escenario de enfrentamientos entre grupos armados y fuerzas públicas, en medio de denuncias de Bogotá de que Maduro cobija a disidentes de las FARC, guerrilleros del ELN y narcotraficantes. El mandatario socialista lo niega, y acusa a su vez a Duque de enviar paramilitares para desestabilizar Venezuela.
Giro político
Duque encabezaba en la región la presión diplomática para sacar del poder a Maduro. El resultado electoral del domingo se une al regreso de la izquierda a Argentina y muy probablemente a Brasil en los próximos meses.
La situación deja mal parado a Guaidó, cada vez más debilitado aunque conserva el respaldo de Washington.
Colombia había sido uno de los destinos principales de aliados de Guaidó que se exiliaron por procesos o investigaciones penales en su contra en Venezuela, como su viejo «canciller», Julio Borges.
La alianza no es automática
No obstante, Jesús Esparza Bracho, profesor de Derecho en la Universidad Rafael Urdaneta de Maracaibo (Zulia, oeste), dice que el hecho de que Maduro y Petro sean de izquierda no implica una alianza automática.
«Maduro está más alineado a regímenes menos democráticos y esa no necesariamente es la línea de Petro«, comentó el experto, quien piensa que el próximo gobernante colombiano puede ser «catalizador» en el proceso de negociaciones políticas entre Maduro y la oposición, paralizado desde octubre pasado.
«La inestabilidad en Venezuela es una amenaza para Petro, como lo fue por muchos años la inestabilidad colombiana para Venezuela».
Las imágenes del exfuncionario colombiano reunido con el presidente de Venezuela han generado suspicacia debido a la insistencia de Gustavo Petro en que se muestren pruebas que ratifiquen la reelección de Maduro
El presidente de Colombia le respondió a su similar de Nicaragua, luego de que Ortega dijera que Lula y Petro se comportan como "gobiernos arrastrados" a los pies de la Unión Europea y Estados Unidos por no reconocer el triunfo de Maduro en las elecciones del 28 de julio