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¿Quién manda en la FVF?

Diego Armando Maradona jamás pasará desapercibido. La naturaleza de un personaje de sus características no lo tiene permitido por más discreto que busque ser. En su presentación como nuevo entrenador de Dorados de Sinaloa, equipo del Ascenso mexicano, el argentino reveló que tuvo una oferta del presidente Nicolás Maduro para dirigir a la Vinotinto.

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Fotografía: Dagne Cobo Buschbeck

Creerle o no, es para otra discusión. Pero lo que realmente está detrás de las palabras del “10” es la indiscreción en una disciplina que hace apenas unos días inició un proceso enfocada en participar en el Mundial de Catar 2022 y en el que, por sentido común, la regularidad es un punto clave.

Cuando Rafael Dudamel asumió las riendas de la selección en abril de 2016 en detrimento de Noel Sanvicente, poco importaba el andar criollo por las eliminatorias rumbo a Rusia 2018; sin embargo, hoy la historia es otra.

Con luces y sombras, el exportero Vinotinto es y será, salvo una primera mitad catastrófica de eliminatorias, el representante del banquillo venezolano, por lo que no debería haber dudas de su continuidad en el cargo, sobre todo en una época en la que no se juegan torneos oficiales a nivel de selecciones en la región.

Sin embargo, la confesión de Maradona revela que, de haber sido así, la política venezolana tomó atribuciones indebidas, algo que no es nuevo, pero que poco aporta en tiempos en los que se critica fuertemente todo sobre lo que el Ejecutivo coloca su mano.

El cariño del argentino por los gobiernos de izquierda no nació recientemente. Su acercamiento con los ya extintos Fidel Castro y Hugo Chávez fue frecuente, algo que no escondió con Maduro, a quien acompañó en el cierre de campaña del presidente y candidato a las elecciones del 20 de mayo en la avenida Bolívar de Caracas.

Pero pese a la confianza entre uno y otro, ubicar al mandatario como puente para el cargo de seleccionador solo demuestra las irregularidades de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), situación de larga data y con su expresidente Rafael Esquivel tras las rejas por acciones que sobrepasaron sus actos en el ente nacional.

Hoy con Laureno González, en su momento mano derecha de Esquivel, como mandamás del organismo, su puesto es casi compartido con Pedro Infante, segundo vicepresidente de la FVF, constituyente y ministro de Juventud y Deporte. Con pocas apariciones como parte importante del ente, este hombre con tres cargos es la conexión directa con el Estado y sus intromisiones.

Así, entre directivos que tienen sus propios intereses y el amiguismo entre unos con otros, el desorden burocrático que desde un plano macro se nota en todo un país también tiene incidencia a nivel micro con las palabras de Maradona, donde dejó bastante claro que, incluso en el deporte, es el gobierno quien desea tener la última palabra.

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