Salud

VIDEOS | Venezolanos cruzan la frontera para comprar alimentos y medicinas

"Hoy me tengo que separar de mi mamá porque en Venezuela no hay medicamentos", afirmó Gladis Pinilla.Lejos quedó la hipótesis en la que se aseguró que los venezolanos cruzaron la frontera para "divertirse". Rostros de tristeza, dolor y separación de sus seres queridos fueron reflejados este domingo para El Estímulo, cuando miles de personas provenientes de distintos estados del país pasaron a Colombia, no solo en busca de comida sino de medicamentos y otros tratamientos determinantes para continuar con vida.

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Texto: Rosalinda Hernández C. / Foto: Andrea Hernández

Gladis Pinilla se despidió este domingo del ser que más ama: su señora madre. No ha muerto, pero podría ocurrir si no es tratada con urgencia con los medicamentos prescritos para su patología, por lo cual la paciente se muda a Bogotá-Colombia.

Pinilla le pidió, con voz entrecortada, al presidente Nicolás Maduro que se de cuenta de la realidad que vive Venezuela.

«Hoy me tengo que separar de mi mamá porque en Venezuela no hay medicamentos. Si la llevo a un hospital no la pueden atender y si voy a una clínica privada no puedo pagarla porque la inflación nos come a todos».

Cuestionó al gobierno nacional porque no solo mantiene desabastecido de alimentos y medicinas al pueblo, sino también por estar separando familias, frente a la necesidad de migrar en busca de insumos que escasean en el país.

Kilómetros por un medicamento

José Correa viajó desde Barquisimeto, estado Lara, hasta Ureña para pasar el puente internacional Francisco de Paula Santander y de allí a Cúcuta. Correa es hipertenso y desde hace tres meses no consume el tratamiento porque «no lo consigue en el país».

Al igual que él muchos venezolanos viajaron horas y kilómetros para adquirir un medicamento que mejore su calidad o la de un familiar.

Arsula Ramírez pasó la frontera para comprar un tratamiento para su madre que sufre una enfermedad degenerativa. Agradeció a Colombia la solidaridad pero no pudo ocultar la rabia e impotencia por estar viviendo una situación que catalogó de «terrible» en su propio país.

Leche y pañales son prioridad
Armando Contreras llegó desde Santa Barbara de Barinas hasta la frontera para comprar pañales y leche para su hija.  Aseguró que en la población donde reside «no hay nada» y lo poco que encuentra es revendido.

«Quiero llevar aceite, harina, arroz, azúcar pero no se si pueda hacerlo luego que haga el cambio de bolívares a pesos» , dijo.

Por su parte, Olga Ramírez, caraqueña que viajó al Táchira, señaló que «no hubo tiempo de turismo» para hacer compras. «Aquí no hay tiempo de nada. Solo de comprar comida que en Venezuela no hay».

La mujer de 65 años pidió que se abra el espacio fronterizo definitivamente para que los venezolanos tengan acceso a los productos que en el país no se producen.

Al mediodía, ya se divisaban a lo largo del trayecto que une a Ureña con Cúcuta, ríos humanos que cansados por el trajín, la madrugada y el inclemente sol que arropaba a la población fronteriza, cruzaban cargados de papel higiénico, arroz, aceite, azúcar y demás productos que no hay en el mercado nacional.

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