Así fue la vacunación con la Sputnik V en el Hospital Central de San Cristóbal
Cerca del 30 % del personal del Hospital Central de San Cristóbal ya recibió la primera dosis de la vacuna rusa. La joven médico Alejandra Chaparro cuenta su experiencia
Cerca del 30 % del personal del Hospital Central de San Cristóbal ya recibió la primera dosis de la vacuna rusa. La joven médico Alejandra Chaparro cuenta su experiencia
Parte del personal del Hospital Central de San Cristóbal fue inmunizado contra la covid-19 con las vacunas rusas Sputnik V, que llegaron en un primer lote de 100.000 dosis.
Este hospital fue escogido entre los primeros para la campaña de vacunación porque está ubicado en Táchira, estado fronterizo con Colombia, y por donde ha entrado el gran grueso de migrantes retornados, muchos portadores de covid-19.
Alejandra Chaparro, joven médico del primer año de postgrado en Puericultura y Pediatría de la Universidad de Los Andes, y trabajando actualmente en el Hospital Central de San Cristóbal, fue una de las primeras beneficiadas en esta campaña de vacunación. Cuenta cómo fue el proceso.
A Alejandra la vacunaron el sábado 20 de febrero, en uno de los tres días dispuestos para la inmunización del personal del Hospital Central. Aunque ella lo hizo sin inconvenientes, estima que apenas entre 25 y 30 % de los trabajadores de salud del hospital pudieron vacunarse. Los motivos fueron variados. Primero, al dar solo tres días, algunos no pudieron estar presentes. El equipo que vacunaba también era escaso, apenas tres enfermeras, y aunque laboraron de 8 am a 7 pm, no podían darse abasto.
Alejandra recibió el aviso de que sería vacunada a través de un grupo de chat. «Cada jefe de servicio del Hospital Central de San Cristóbal mandó un comunicado por Whatsapp, notificando que venía lo de la vacuna y que debíamos vacunarnos», cuenta.
La campaña de vacunación fue ejecutada por especialistas de la autoridad regional de control sanitario, que envió equipos y enfermeras.
A cada vacunado se le entregó una tarjeta de vacunación, donde se especifica que recibió la primera de dos dosis de la Sputnik V, y la fecha cuando debían colocarse la segunda inyección. «A mí me toca el 12 de marzo», especifica Alejandra.
Todas las vacunas que hasta los momentos han sido autorizadas por la Organización Mundial de la Salud y otros entes internacionales, obligan a reforzar la inmunización con una segunda dosis. Esto incluye a la vacuna rusa Sputnik V.
Después de vacunarse, el personal del Hospital Central de San Cristóbal estaba obligado a esperar unos 20 minutos en una carpa ventilada. La razón era estar seguros que no habría efectos colaterales graves inmediatos. Es parte del protocolo internacional para la colocación de las vacunas contra la covid-19.
Alejandra no sufrió ninguna reacción posterior, pero algunos de sus compañeros sí. Sin embargo, «nada que no pueda dar otra vacuna».
Los efectos transitorios más usuales, que enumera Alejandra, fueron mialgia (dolor de cabeza), artralgia (dolor en las articulaciones) y temperatura levemente elevada, pero «ninguna reacción adversa preocupante».